Martí March, conseller de Educación, irrumpió ayer en la cabecera de la manifestación de la educación concertada para contrarrestar los argumentos de los profesores que protestaban frente al Parlament. March no dudó en plantarse ante las pancartas de los docentes y debatir con ellos sus reivindicaciones en plena vía pública. 

La protesta, convocada por los sindicatos y las patronales educativas que forman la Mesa Sectorial de la Enseñanza Secundaria, se convocó para reclamar mejoras salariales para los profesores, el incremento de los módulos concertados y el pago de los gastos de funcionamiento. «No somos maestros de segunda», fue el grito recurrente de los manifestantes. 

March abandonó el pleno del Parlament para hablar con los docentes, y no escondió su malestar con la concentración: «No me parece adecuada mientras hay abierta una negociación, aunque evidentemente estamos en democracia y tienen todo el derecho a convocarla». 

Educación concertada | Profesores y patronales educativas se manifiestan al grito de "no somos maestros de segunda"

Educación concertada | Profesores y patronales educativas se manifiestan al grito de "no somos maestros de segunda" B. Ramon

Quejas por los presupuestos

Asimismo March les recordó, en plena calle Palau Reial, que durante la pandemia Educación destinó 12 millones de euros a los centros concertados. Y subrayó que desde 2015 el incremento de inversión del Govern con la educación concertada ha ascendido a 57 millones.

Los sindicatos y las patronales, no obstante, lamentaron que los presupuestos de 2023 no reflejan lo que se les había prometido en cuanto a aumentos salariales. Reclaman la equiparación con los profesores de la educación pública, que se traduciría en un incremento de unos 60 euros; la revisión de los sexenios y quinquenios, y la disminución de las ratios. 

Por su parte, las patronales que engloban a los colegios concertados también reclaman una nueva negociación de los módulos de los conciertos. Aseguran que el aumento de las aportaciones del Govern es «fundamental para asegurar la viabilidad de los centros docentes concertados» y que durante los últimos 14 años se ha acumulado un «déficit insostenible» en lo que se refiere a gastos de funcionamiento de los centros. 

«Solo con la adopción de estas mejoras, la administración podrá garantizar la efectividad de la educación dentro de los principios de igualdad y solidaridad, y en condiciones de gratuidad», señalaron estos participantes en la protesta. 

La mayoría de los integrantes de la manifestación eran profesionales de la educación. La anécdota la pusieron varias monjas que no dudaron en ponerse detrás de la pancarta para hacer patente las reivindicaciones de la enseñanza concertada.