La promoción turística hizo tambalear los cimientos del Pacto en el Consell de Mallorca y ahora amenaza con hacer lo mismo en el Govern balear. La presidenta del Ejecutivo balear, Francina Armengol, llegó a la feria turística World Travel Market de Londres con grandes expectativas y esperanzas de mostrar las islas como el mejor destino turístico, pero el primer aviso del día lo enviaron sus socios de Més per Mallorca a través de su coordinador general, Lluís Apesteguia: «Los datos de saturación turística registrados este año, sumados a las previsiones para las próximas temporadas, hace imprescindible dejar de hacer promoción turística en las grandes ferias internacionales».

Los ecosoberanistas aprovecharon el viaje de la presidenta para mandar un mensaje en clave electoral, formulado en presente pero pensado en futuro, después de aprobar la semana pasada su programa político para los comicios de 2023 en el que dejaban claro que sería una de las líneas rojas en las negociaciones si el Pacto tiene los apoyos para revalidar el poder.

La socialista ofreció a media mañana unas declaraciones ante los medios de comunicación en las que reivindicó dos asuntos que serán fundamentales en los meses venideros: descarta suprimir la promoción turística de Balears y opta por alargar la temporada hasta casi diez meses al año. Todo esto acompañado de una justificación para aclarar la postura del PSIB: «De esto dependen 200.000 familias».

Balears ha registrado en los últimos meses datos de ocupación históricos, incluso en los meses tradicionalmente complicados como octubre, y casi ha alcanzado el pleno empleo después de una pandemia que se ensañó con las islas por su gran dependencia del turismo, una realidad que los socialistas reivindican a todas horas y que encarna su posición política: es primordial tener a todo el mundo trabajando si se quieren ganar las elecciones.

La presidenta hizo hincapié en que hace siete años que el Pacto trabaja para «conseguir alargar la temporada turística» y, por ello, «estamos promocionando el invierno y consiguiendo unos buenos datos». En este sentido, incide en que esas 200.000 familias «necesitan que tengamos buenas temporadas turísticas para tener buen trabajo, buenas situaciones laborales y esperanzas de futuro» y defiende que el Ejecutivo balear está trabajando en «la línea que corresponde»: «Somos una economía que depende muchísimo del sector servicios y del turismo, trabajamos para diversificar esta economía conjuntamente con todos los socios».

Yllanes justifica la visita

El vicepresidente del Govern, Juan Pedro Yllanes, fue el encargado de explicar ayer los acuerdos del Consell de Govern. Preguntado por el viaje de Armengol y Negueruela a la feria de Londres y la exigencia de Més, manifestó que la petición es «absolutamente respetable», pero defendió la postura de la presidenta: «Sinceramente no soy capaz de decir que estén en allí haciendo promoción turística. Diría que están trasladando que el Govern sigue teniendo en cuenta que nuestro principal motor económico es el turismo, aunque no renunciamos a la diversificación económica».

Exigencia de los socios

La promoción turística será uno de los debates más repetidos dentro de la izquierda balear durante la campaña electoral y, en caso de victoria en mayo de 2023, se alargará en el tiempo como una de las principales exigencias de los nacionalistas a la hora de negociar. Desde Més son conscientes de que necesitan delimitar las líneas rojas bien temprano para poder desmarcarse dentro del espectro político balear.

Los distanciamientos serán una constante en los próximos meses y tanto la presidenta como su equipo lo saben, de ahí su respuesta clara: «Dijimos que alargaríamos la temporada como nunca, y nunca ha habido tantos trabajadores trabajando durante tantos meses. Mis palabras son de reconocimiento a los miles de trabajadores y empresas que lo han hecho posible». En el trabajo está la clave.