El Govern balear buscará un acuerdo con las Hermanitas de los Pobres, tras conocer su decisión de abandonar el edificio de la calle General Riera, en Palma. El objetivo es que instalaciones pasen a ser de gestión pública y estén destinadas a las personas mayores como hasta ahora.

Así lo ha expresado, en declaraciones a los medios, la consellera de Asuntos Sociales y Deportes, Fina Santiago, ante la noticia publicada por Última Hora de que las religiosas abandonan la residencia de mayores de General Riera.

La consellera ya se ha puesto en contacto con el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) para mantener una reunión con las Hermanitas de los Pobres y ha mostrado la voluntad del Ejecutivo de "aprovechar esta oportunidad" y que este "edificio histórico de la ciudad de Palma" sea de gestión pública y mantenga su finalidad de cuidado a los mayores.

Santiago ha insistido en que "se intentará que sea de gestión pública", aunque primero hay que conocer las condiciones administrativas para ver si es posible.

El hogar acoge actualmente a 76 residentes y cuenta con una capacidad para 90 personas. El perfil de residente es el de una persona mayor de 65 años con pocos recursos. La residencia tiene unas plazas destinadas a usuarios con alguna discapacidad.

Los ancianos aportan el 85 por ciento de su pensión, pero el mantenimiento de las instalaciones y su manutención obliga a las hermanas a realizar campañas de recaudación de fondos y de recogida de alimentos. La congregación no mantiene convenios con instituciones ni recibe subvenciones.En el hogar de la calle General Riera de Palma trabajan unas 35 personas, además de contar con la labor de 12 hermanas y de un equipo de voluntarios.

La misión de la congregación de las Hermanitas de los Pobres es ejercer la hospitalidad con los ancianos necesitados, ofreciendo espacios en los que se promueva, defienda, cuide y celebre la vida facilitando su desarrollo integral y permitiendo la participación de las personas que quieran colaborar en su misión.

Ante la falta de vocaciones, la congregación religiosa, fundada en 1839 en Francia, ha anunciado que abandona el edificio de General Riera después de 82 años y de 145 de presencia en Palma