«Soy el que menos sabe sobre el sector» turístico, una «ventaja» porque «solo soy cliente y ahora todo el mundo quiere saber su opinión». Así arrancó ayer el exministro socialista de Administraciones Públicas Jordi Sevilla su intervención. El también expresidente de Red Eléctrica —dejó la empresa participada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a inicios de 2020— participó ayer en Palma en un panel de análisis macroeconómico y afirmó que no es de los que se «apuntan al catastrofismo», sino que es «de la teoría del frenazo» frente a la de la recesión.
El economista, muy activo en Twitter — «me he pasado el verano siendo insultado», confesó— dice que tampoco hay que pasarse al «optimismo» y advierte de que como la pérdida de poder adquisitivo «no se reparte a partes iguales» esa desigualdad también puede tener un efecto político «con la gente cada vez más cabreada», lo que «se transforma en voto a los extremos».
El economista les brindó una receta a los hoteleros para aprovechar «este ligero parón» en la economía vinculada a la reestructuración del sector: «Hay que romper la excesiva temporalidad y subir sueldos» porque «ayuda a que la gente se vaya menos». Su aseveración la hizo tras una primera mesa de debate sobre el talento humano en el sector turístico, marcado por la pérdida de atractivo para trabajar en él.
El exministro del gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero subrayó que en los últimos cuarenta años ha habido tres sectores claves en España: la industria agroalimentaria, la hotelera y la de la automoción (ahora amenazada por China). Abogó porque el sector turístico acabe con la temporalidad porque lo que «más relato le dio a Juan Roig fue hacer fijos» a sus trabajadores en Mercadona.
