Un policía ha asegurado hoy en el juicio que el número 2 del Grupo Cursach, Bartolomé Sbert, amenazó con denunciarle en el despacho del jefe de la Policía Local si no modificaba un acta que había levantado días antes contra la discoteca Megapark. El testigo, Vicente Gómez, ha asegurado que el entonces máximo responsable del cuerpo, Joan Miquel Mut, insistió como ya había hecho en una reunión anterior en que debía cambiar el documento. "Estoy convencido de que era para proteger a Megapark", ha considerado. Este episodio, por el que la Fiscalía reclama 12 años de inhabilitación para Mut, es uno de los pocos vínculos entre el Grupo Cursach y la Policía Local que todavía sobreviven en el escrito de acusación del ministerio público. El agente ha sido interrogado con insistencia por los abogados defensores sobre su relación con el ex fiscal Miguel Ángel Subirán y la regidora Angélica Pastor. "Estrictamente profesional", ha repetido una y otra vez el policía.

La inspección en cuestión se produjo en junio de 2007 por parte de la Patrulla Verde, de la que Gómez formaba parte y afectaba al Megapark y un local contiguo, también de Cursach. Según el testigo, Megapark aprovechaba la música del Don Quijote para sortear un decreto que le prohibía tener música. Según las defensas, esa resolución no estaba vigente en ese momento. "Se estaba incumpliendo un auto judicial a través de una triquiñuela", ha argumentado el policía. Por eso, ha dicho, levantaron varias actas contra ambos establecimientos.

Pocos días después, el jefe de la Patrulla Verde, Gabriel Torres, y el jefe la Policía Local de Palma, Joan Miquel Mut, citaron a los tres agentes que habían participado en aquella inspección. "Nos dijeron que teníamos que modificar el acta y el atestado para poner que el Megapark no estaba reproduciendo música. Como no era cierto, nos negamos", ha explicado. El fiscal Juan Carrau ha insistido varias veces en que eso era una "cuestión interpretativa", pero el policía ha replicado que la infracción era evidente y que así lo apreciaron los tres agentes que participaron en la actuación. "Estábamos convencidos. No hubo errores", ha afirmado.

Bartolomé Sbert, mano derecha de Cursach, a las puertas del Palacio de Justicia. | B. RAMON

Mut citó después a Gómez a una segunda reunión en su despacho del cuartel de Sant Ferran por este asunto. Cuando llegó a la cita, vio que estaba también Sbert. "Me dijeron que estaba cayendo en una trampa. Mut insistió en que cambiara el acta y Sbert me dijo que si no la cambiábamos nos denunciaría", ha detallado Gómez. El testigo ha rechazado que esta insistencia en modificar el acta por parte de sus superiores fuera para corregir deficiencias o errores en sus informes. "Estoy convencido de que era para proteger al Megapark", ha sentenciado. El policía ha explicado que no denunció entonces estos hechos porque "tenía miedo". "Era el jefe de la Policía", ha añadido en relación a Mut.

Relación "profesional" con Subirán y Pastor

Los abogados defensores han centrado buena parte de sus interrogatorios en la relación del testigo con el ex fiscal Miguel Ángel Subirán y la ex regidora de Seguridad Ciudadana, Angélica Pastor. Gómez ha replicado en todo momento que eran vínculos "estrictamente profesionales" y ha rechazado que sus denuncias y declaraciones durante la fase de instrucción le haya reportado algún beneficio dentro de la Policía Local de Palma. También ha rechazado haber asesorado a Subirán sobre los interrogatorios a los policías que estaban siendo investigados. "Nunca he actuado en connivencia con Subirán", ha sentenciado.

El testigo ha contado que solicitó autorización para poder llevar el arma reglamentaria las 24 horas del día. "Me sentía amenazado. Había sido perseguido y grabado", ha detallado. Mut se la denegó inicialmente, pero finalmente le concedieron este permiso.