El descontento por la aplicación de la LOMLOE no se limita a centros públicos: personal de la enseñanza concertada también rechaza la forma en que está aterrizando la reforma educativa, que se traduce según USO, en más burocracia y mucha más carga de trabajo para los docentes de esta red, que reclaman un ritmo más pausado para poder formarse y prepararse para este gran cambio de metodología.

El sindicato mayoritario en la enseñanza concertada ha expresado su apoyo a la concentración convocada hoy por sus compañeros de la pública y ha instado a la conselleria de Educación a negociar más y a que sea más flexible para facilitar la implantación de la reforma educativa. "Hace meses ya solicitamos su aplazamiento", ha indicado la organización en un comunicado.

"Nos reafirmamos en el rechazo a las formas con que se aplica la LOMLOE", señala el texto: en los centros concertados hay un malestar que se viene gestando desde hace ya meses, cuando se publicaron los nuevos currículums, pocos días antes de empezar el curso". La reforma llega además, recuerda USO, tras los años de la pandemia, que ya fueran duros, y ahora los cambios que incorporan las nuevas evaluaciones son "muchos y de calado y requieren una importante adaptación que no será rápida ni sencilla", asevera el sindicato.

 Las críticas también atacan la filosofía tras la nueva ley orgánica: "Según los promotores del nuevo currículo, se trata de superar la anterior transmisión de conocimientos meramente enciclopédica a la competencial, aun cuando un giro tan importante se haya realizado, como siempre, por expertos de despacho y con escasa participación de los docentes en los centros", lamenta la organización sindical, que deplora además que que "una vez más" se ignore "que el éxito o el fracaso de una reforma educativa depende del grado de implicación del profesorado, pues una cosa es redactar normas y otra bien distinta es aplicarlas en las aulas".