El Govern rebate al Instituto Nacional de Estadística (INE) y descarta sus pronósticos acerca de un crecimiento de 306.142 habitantes hasta 2037 en Baleares. Esto significaría pasar de 1.223.961 a 1.530.103 residentes en tan solo 15 años. 

El portavoz del Ejecutivo balear, Iago Negueruela, argumenta que el crecimiento en las islas está ligado al sector turístico, por lo que la moratoria de plazas evitará que las cifras sean tan elevadas. Por ello, insiste en que las previsiones se basan en el marco de crecimiento de los últimos años, que cambiará por la entrada en vigor de la ley turística.

Negueruela afirma que han «parado todo el modelo de crecimiento turístico» así como regulado y parado el alquiler vacacional en algunas zonas de las islas. Pese a ello, explica que no tienen datos sobre cuál va a ser el aumento poblacional en este periodo y están «haciendo estudios en esta dirección».

Asimismo, el Govern pondrá en marcha análisis de las capacidades de carga humana en cada una de las islas «en los próximos meses»: «En la Dirección General de Economía, las proyecciones son muy inferiores pero no las hemos hecho públicas, y estamos haciendo estudios en esta dirección».

El socialista asegura que «esta pauta de crecimiento no será así» porque las proyecciones se basan en el crecimiento exponencial de los últimos años que estaba «muy ligado a la industria turística» y que «ahora está parado», por medida como las limitaciones al alquiler turístico y la moratoria de 4 años a las nuevas plazas.

En este sentido, considera que las islas están «preparadas» para el crecimiento de población residente pese a los problemas que sigue habiendo en Atención Primaria en ciertos meses del año o los desorbitados precios de la vivienda. Aun así, destaca que se han hecho mejoras en los servicios públicos.

Més per Mallorca y Podemos han puesto el foco en que «ya no cabe más gente». El portavoz parlamentario de los ecosoberanistas, Josep Ferrà, apunta que «esta comunidad autónoma no puede depender tanto de un sector privado como el turístico, que atrae mano de obra pero no da a esta una respuesta habitacional, que la Administración tampoco puede suplir». Aunque Negueruela entiende que «todos los partidos tienen su opinión» y recuerda la importancia de la moratoria turística: «El intercambio de plazas es una medida de calado».

Sobre el problema de la vivienda, Negueruela afirma que «para nosotros lo importante no es pensar en las proyecciones del INE» y hace hincapié en que se está haciendo «más vivienda pública que nunca».

La vivienda, pendiente

Més defiende la necesidad de impulsar «políticas públicas» para fomentar el acceso a la vivienda, considerando, sin embargo, que «hay que poner límites» porque «no se pueden dar ayudas a la compra de vivienda sin asegurarse de que estas van a quienes realmente lo necesitan».

En este sentido, recuerdan su apoyo a la reciente Proposición de Ley de Més per Menorca para permitir que Baleares pueda regular el alquiler en zonas tensionadas e incluso toda una isla, si fuera necesario. Además, piden al Estado que «se limite la compra de viviendas a no residentes, teniendo en cuenta en este aspecto tanto a personas físicas como también jurídicas, ofrecer alternativas públicas frente a los desalojos y potenciar que se destinen viviendas de protección oficial (VPO) a alquiler, en vez de a compra. Durante 40 años prácticamente se ha regalado vivienda».

Por su lado, la portavoz de Podemos, Esperança Sans, insiste en que «hace tiempo que tratamos de convencer al PSOE para que aplique medidas concretas porque queremos que se rebaje de diez a cinco el número de viviendas en propiedad para ser considerado gran tenedor, para poder aumentar el número de viviendas sociales». Así, reclaman declarar toda Baleares como zona tensionada para poder rebajar los precios, un mayor control sobre la oferta turística ilegal y aprobar la Ley de Vivienda estatal, que permita regular los precios.

El Pi: «Es insostenible crecer en 300.000 habitantes»

El Pi presenta una moción en el Parlament balear para hacer frente a la saturación turística y la presión humana sobre Baleares y afirma que es «insostenible crecer 300.000 habitantes cada quince años». El portavoz, Josep Melià, afirma la sobrepoblación «no se puede mirar sólo desde un prisma, es uno de los grandes retos de nuestra sociedad. No nos podemos quedar de manos cruzadas».