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La emergencia no se improvisa

Diferentes especialistas realizan prácticas en un ejercicio simulado de rescate de las víctimas de un accidente aéreo en la bahía de Pollença u Participan militares de España, Italia y Francia

Simulacro de rescate en Port de Pollença

Simulacro de rescate en Port de Pollença

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Simulacro de rescate en Port de Pollença J.F. Mestre

Ante la emergencia nunca se debe improvisar, siempre hay que estar preparado, porque nunca se sabe ni cuándo, ni en qué lugar se debe actuar. Los especialistas que intervienen en estas emergencias suelen desarrollar pruebas de entrenamiento, simulando accidentes reales, para saber de qué forma se debe actuar en una situación adversa donde la vida de las personas corre un serio peligro. Desde el día de ayer y hasta el próximo viernes se están realizando en la bahía de Pollença el llamado Ejercicio Internacional de Búsqueda y Salvamento Cernia 2022. Es una prueba práctica en la que participan aeronaves y militares de España, Francia e Italia.

Además de los militares de la unidad aérea Ala 49, de la base de Son Sant Joan, también participaron en esta prueba efectivos de Salvamento Marítimo, Guardia Civil, Dirección General de Emergencias, Cruz Roja, Ibsalut, Policía Nacional, Protección Civil y médicos forenses, además de diversos observadores que analizaron el ejercicio.

La prueba práctica realizada ayer en la bahía de Pollença consistió en simular un accidente aéreo. El avión cayó al mar en el trayecto de Eivissa a Menorca. La misión encomendada era poner en práctica todos los conocimientos teóricos de los métodos de rescate. Y la prioridad pasa por rescatar a las víctimas.

Los forenses se encargan de ia identificación de las víctimas. | G.BOSCH

Así, un grupo de voluntarios, todos ellos militares, fueron llevadas en una embarcación hasta una determinada área de la bahía de Pollença. Actuaron como actores que interpretan el papel de pasajeros del avión, que habían caído al mar y necesitaban ser rescatados. Las aeronaves disponibles, de los tres países participantes en la prueba, se desplazaron al lugar del accidente. Un tripulante se lanzó al mar y fue atendiendo a los heridos uno por uno. Después los subió a bordo de las aeronaves, para su inmediato traslado a tierra. En la costa esperaban los servicios médicos, encabezados por el personal de la Cruz Roja. Los heridos fueron trasladados a la carpa montada en el área de emergencias. El médico realizó el primer diagnóstico de las lesiones del herido y recomendaba el tratamiento a seguir. Todo ha de estar coordinado y cada minuto cuenta. Ante una emergencia hay que actuar con rapidez, porque de ello depende la vida de las personas. Cuanto antes el herido quede en manos de los servicios sanitarios, más posibilidades tiene de sobrevivir al accidente.

Los voluntarios que realizaron el papel de heridos del accidente. | J.F.M.

Las víctimas

Pero por desgracia cuando se habla de accidentes aéreos las posibilidades de que pueda morir alguno de los tripulantes es muy alta. Por eso es también muy importante el trabajo que realizan los médicos forenses. Los facultativos son los que se encargan de ir recogiendo muestras de todas las víctimas, para facilitar su identificación ante las familias de los fallecidos.

En este tipo de pruebas el azar no existe. Todo está coordinado y se sigue a rajatabla los planes de emergencia que implican a las distintas administración. Y por ello es muy importante la coordinación, para que las órdenes que llegan a los especialistas que intervienen sean concisas y todos los que actúan en la emergencia sepan lo que tienen que hacer. De momento solo son ejercicios, pero algún día puede ser una emergencia real.

Otra de las pruebas simuladas fue un accidente aéreo en la montaña. Se conoce como ‘Fase Sater’ y consiste en que un avión militar, con personal paracaidista a bordo, en un vuelo desde la base de la Serra de Tramuntana sufre un accidente. La nave choca contra un pájaro y todos los militares que viajaban a bordo se ven obligados a saltar a tierra. Muchos de ellos resultan heridos. Al instante la nave se estrella en algún lugar de la Serra.

A partir de ese momento todas las alarmas se encienden. No se puede perder ni un minuto, porque hay vidas en juego. Hay que rescatar a los paracaidistas que han saltado de la nave, así como a los pilotos, pero antes es necesario localizar el lugar exacto del accidente. Lo que está claro es que si mejor funciona la coordinación del operativo se aumentan las posibilidades del éxito de la operación, por lo que los responsables de estos ejercicios prácticos consideran fundamental la realización de estos ejercicios.

Los militares de Aviación que pertenecen a la unidad Ala 49 suelen participar cada año en ejercicios tanto en territorio nacional, como en zonas internacionales. Esta unidad de Mallorca actúa en misiones de vigilancia marítima, lucha contra la piratería, terrorismo internacional e incluso narcotráfico. Sus responsables afirman que siempre hay que estar preparado, porque en cualquier momento hay que actuar y cada profesional ser consciente de que la prioridad es salvar vidas.

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