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Salud pone en marcha la licitación del nuevo complejo sanitario de Son Dureta

Con un presupuesto de 93,6 millones, las obras se adjudicarán en el plazo de 45 días y la construcción se iniciará en el primer trimestre de 2023

Recreación de la vista del nuevo complejo sanitario desde la carretera de acceso al Castell de Bellver Maria Nicolau/Rafael de la Hoz

El nuevo complejo sanitario de Son Dureta, que prevé la construcción de seis nuevos edificios en el solar del antiguo hospital, de una superficie de 32.000 metros cuadrados, según el proyecto arquitectónico redactado por Maria Nicolau y Rafael de la Hoz, se pone hoy en marcha. 

El Servei de Salut de Balears prevé adjudicar las obras en el plazo de 45 días, con la idea de que el complejo pueda empezar a levantarse durante el primer trimestre de 2023 con un presupuesto de 93,8 millones de euros, lo que convierte la infraestructura sanitaria en la mayor obra pública de Balears.

Con estos plazos, el Consell de Govern autorizará hoy al Ib-Salut la contratación de las obras del nuevo complejo sanitario, que «pretende recuperar el espacio emblemático del antiguo hospital de Son Dureta para adaptarlo a las nuevas necesidades», subrayan fuentes del Servei de Salut. «El complejo supone, además, un cambio de visión del circuito asistencial, ya que se centra en las personas mayores o con problemas de salud crónicos que requieren una atención especial y estancias hospitalarias más largas», añaden.

El nuevo complejo sanitario incluye la construcción de seis edificios Diario de Mallorca

Con esta autorización del Consell de Govern, se pone en marcha el proceso de licitación de las obras, que otorga un plazo a las empresas de 45 días antes de la adjudicación final de los trabajos a una constructora.

Del presupuesto base de 93,8 millones87,9 millones corresponden a la construcción de los tres edificios del área B, que estarán conectados entre sí mediante pasarelas: el hospital de larga estancia, con 240 camas, el edificio de consultas externas, con una capacidad para acoger a 80 pacientes al día y espacios dedicados a zona ambulatoria y de rehabilitación, y un centro de salud para 20.000 usuarios, que añadirá una zona de urgencias para dar servicio a una población de 120.000 personas. 

El presupuesto de la zona A, por su parte, se eleva hasta los 5,8 millones. Los trabajos que comprende son la demolición del edificio semicircular, el futuro hospital de media estancia con 300 camas, levantar de nuevo el mismo inmueble pero sin los edificios que se le añadieron en su día, así como la construcción del edificio administrativo y la sede del Banco de Sangre y Tejidos. En total, los seis edificios tendrán una superficie útil de 78.789 metros cuadrados.

La demolición del edificio semicircular para posteriormente volver a construir una réplica del mismo ha generado críticas entre los arquitectos de Balears. La Junta de Mallorca del Colegio de Arquitectos propuso el pasado 23 de septiembre no derribar el edificio sino apostar por su conservación.

El Colegio explicó que el derribo y posterior reconstrucción de un edificio es una práctica que «va en contra de la reutilización adaptativa de los edificios que actualmente es habitual en toda Europa a la hora de intervenir en construcciones existentes»

Además, apuntó, que la reconstrucción de un edificio derribado «nunca podrá llegar a tener los valores del original» y «simplemente se convertira otra cosa distinta».

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