El caso de Apol·lònia Barceló, a quien la Generalitat le niega una beca al no reconocer su título de conocimiento de catalán expedido por el Govern balear, es especialmente llamativo pero no es la única persona que se ha sentido damnificada por la falta de armonización, (catalanes afincados aquí también han denunciado situaciones que consideran ilógicas, como que para enseñar en el sistema público tengan que hacer el FOLC aunque tengan el nivel C1 ‘de Catalunya’).
La directora general de Política Lingüística del Govern, Beatriu Defior, señala que los tres gobiernos implicados son conscientes del problema «y están trabajando de manera conjunta, en el marco de la Declaració de Palma [firmada hace cinco años], para resolverla». El problema es que cada ejecutivo tiene un sistema «muy diferente» para reconocer el nivel de catalán al acabar la etapa formativa.
Balears, señala Delfior, es el único territorio donde el reconocimiento se ha fijado «a partir de un estudio de los conocimientos reales de los alumnos para evitar un agravio con los que se examinan para obtener estos certificados».
A día de hoy «un reconocimiento automático de las homologaciones de los otros territorios implicaría para los ciudadanos de Balears una agravio ya que la gente llegada de Catalunya tendría un nivel superior al de aquí sin que ello signifique que tengan más conocimientos lingüísticos», indica Delfior, quien recuerda que el Govern tiene una vía para que estos ciudadanos «puedan homologar sus estudios en igualdad de condiciones que los alumnos de Balears».
La directora general reitera: «Los tres gobiernos estamos trabajando para encontrar una solución a un problema complejo, que no se puede desvincular del nivel requerido para acceder a determinados puestos de trabajo».
