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Las reclamaciones por abusos de la banca se duplican en Baleares

«Hay un colapso absoluto en el juzgado de Palma por demandas contra cláusulas abusivas», asegura el abogado mallorquín Mateo Juan. Las hipotecas y las tarjetas, los productos más problemáticos.

Recogida de firma por un trato humano en los bancos. Alberto Ortega - Europa Press

Las reclamaciones de los usuarios baleares disgustados con sus productos bancarios crecieron durante el pasado año, aún marcado por la crisis de la covid-19. De hecho, según datos recién publicados por el Banco de España, en 2021 se interpusieron en el archipiélago dos denuncias de este tipo al día. Y la tendencia en 2022 es la misma, incluso va al alza, asegura el abogado especializado en derecho bancario Mateo Juan, del Bufete Buades. «En abril de este año el juzgado específico que trata estas cláusulas abusivas ya llevaba 371 reclamaciones, que es el cuádruple de las que suele tener un juzgado normal», constata. De hecho, la Memoria de Reclamaciones del Banco de España vaticina que el volumen de denuncias de este año se acercará a los máximos históricos que hubo en 2017, año en que el Santander adquirió el Banco Popular por un euro, afectando así a miles de accionistas por la quiebra. En el archipiélago, en 2021, con 724 reclamaciones, se superó la cifra de las 637 en 2017. El incremento aún es mayor si se compara con 2019, con 334 quejas. De hecho, se han duplicado desde entonces.

Según la entidad supervisora del sistema bancario español, los productos más problemáticos para los clientes son hipotecas y tarjetas.

El abogado mallorquín Mateo Juan confirma que las condiciones generales de contratación de un producto, como por ejemplo las hipotecas, son las que más reclamaciones originan. «De hecho, aquí hay un juzgado de primera instancia, el 17, específico para estos asuntos, formado por cuatro jueces. Van bastante rápido, pero hay un colapso absoluto con este tipo de reclamaciones». 

Entre las denuncias más habituales, continúan teniendo presencia las que solicitan la nulidad de la cláusula suelo. «Pero cada vez hay menos. Desde la sentencia del Supremo de 2013, los casos ya son residuales», considera. Las otras reclamaciones que en estos momentos están siendo registradas en el juzgado «son referentes a las hipotecas IRPH, un índice que se está aplicando en lugar del Euríbor. El Supremo ha dicho que es un indicador válido y desde aquí se ha elevado una cuestión a Bruselas para que se pronuncie sobre si este tipo de cláusula es abusiva o no». 

Juan señala que también se presentan muchas reclamaciones por las comisiones de apertura. «Es una cantidad inicial que se conviene y que se tiene que abonar cuando se inicia un préstamo. La duda que se presenta aquí es qué servicio se está pagando, porque con el préstamo ya se están satisfaciendo unos intereses», apunta el abogado. «El Supremo también ha declarado válida esta comisión, pero la Audiencia Provincial de Balears cree que este tribunal se equivoca y sigue lo que dice Bruselas, por eso las está anulando, porque las considera abusivas. Pero cuando estas denuncias llegan al Supremo, éste las para y se está al final a la espera de lo que diga Europa», relata.

El letrado agrega que también generan muchas reclamaciones las llamadas tarjetas revolving. «Son casos que ya no van al juzgado número 17, sino al que toque en ese momento, porque lo que se busca es anular el contrato», subraya. «Estas tarjetas permiten pagar las compras a plazos pero con intereses muy elevados», advierte. «Mucha gente que las tiene sigue pagando deuda diez años después».

También se presentan denuncias por inversiones en productos complejos, por la contratación de derivados financieros, por realizar transferencias equivocadas, por falsificación de cheques, phising o uso fraudulento de tarjetas.

 A nivel estatal, las reclamaciones ante el Banco de España se incrementaron un 61%. La entidad recibió un total de 34.330. El volumen registrado durante 2021 sólo se ve superado muy ligeramente por el de 2013, cuando hubo un alza significativa relacionada con las llamadas cláusulas suelo de los préstamos hipotecarios, y por el de 2017, cuando alcanzó el récord histórico de 40.176 por las quejas por los gastos de formalización de hipotecas.

Del total de las recibidas durante el pasado año, 9.921 acabaron en informes o allanamiento: 6.924 a favor de los clientes y 2.997 a favor de las entidades. El regulador asegura que «no se puede identificar una única causa» del aumento de las denuncias, pero sí que «se observa un incremento generalizado» de las quejas por hipotecas, que representan más de un tercio del total (33,4%) y de las tarjetas, que son un 29,5%. En tercer lugar, se sitúan los asuntos referidos a cuentas (cobros de comisiones y cuotas de mantenimiento) y depósitos (17,2%).

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