Una larguísima cadena humana ha rodeado con una, dos y hasta tres vueltas el Consolat de Mar este martes por la tarde para protestar en contra de la masificación turística y exigir soluciones ante la emergencia climática.

Varias regiones de la red de ciudades del sur de Europa (SET), entre ellas Palma, se han movilizado para denunciar las consecuencias de la saturación turística. En Mallorca ha sido convocada por una treintena de entidades en un lugar muy simbólico: la sede del Ejecutivo balear, con el fin de culpar directamente al Govern del Pacte de una temporada estival asfixiante.

Camuflados entre los centenares de participantes, se ha podido ver a la edil de Més per Palma en Cort, Neus Truyol, y el diputado de Més per Mallorca Joan Mas 'Collet'. De Podem, aunque no han asistido cargos públicos de relevancia, sí han ido tres miembros de la Ejecutiva.

Sin embargo, lejos de sumarse a la causa, al mismo tiempo que sus socios del Pacte acorralaban el Consolat y la Llonja, la presidenta del Govern, Francina Armengol, estaba en el patio de la Misericòrdia entregando los Premios del Turismo de Balears. A pocos meses de los comicios autonómicos, estas discrepancias ha generado tensión en el PSIB. De hecho, ningún cargo socialista relevante se ha presentado en la manifestación.

Bajo la consigna 'Día del Colapso por el Turismo. Basta de turistificación', una parte del Passeig Sagrera ha quedado completamente tapado de ciudadanos que clamaban por las graves consecuencias de una industria masificada. De hecho, la protesta ha unido por primera vez a las dos plataformas ecologistas de gran relevancia en las islas, el GOB y Terraferida, que habitualmente actúan divididas.

También se han sumado los miembros de Extinction Rebellion, Fridays for Future Mallorca, la Plataforma contra la ampliación del aeropuerto, Amics de la Terra o Greenpeace, en un claro acto de unión ecologista. En total, se han reunido 34 entidades, incluso del sector de la política, movimientos vecinales o sindicatos. Con todo, las cifras de asistencia han sido muy dispares; según la Policía Nacional, han participado unas 450 personas, aunque fuentes de la organización aseguran que se han presentado más de 3.000.

La concentración ha arrancado a las 19:00 horas con la enérgica y festiva batucada de Tambors per la Pau. Después, el escritor mallorquín Sebastià Alzamora se ha encargado de leer el manifiesto: "Este verano hemos visto el retorno del turismo masivo que en algunos casos se acerca estadísticamente al periodo pre-covid, y en otros lo supera claramente", ha destacado.

"Esta situación reactiva y agrava los procesos de exclusión vecinal y precarización laboral en una población ya muy tocada por la crisis económica", ha continuado Alzamora ante la atenta mirada de centenares de manifestantes. El escritor, homenajeado con un sentido aplauso, ha denunciado la "inversión de dinero público en la promoción y el rescate de una actividad de lucro privada", además de su "impacto climático" por un "consumo excesivo de bienes y servicios".

Tras la lectura del manifiesto, alrededor de las 19:30 horas, los organizadores han empezado a dar indicaciones para rodear el Consolat y la Llonja. Los participantes han sido más que suficientes para acorralar hasta tres veces los edificios, que albergan el despacho de la presidenta del Govern.

Por su parte, la miembro de Terraferida Margalida Rosselló ha exigido a las autoridades "límites claros" a la actividad turística y "diversificación económica" en las islas para reducir la dependencia del turismo y evitar la "presión" ejercida sobre los recursos naturales y la propia vida de los ciudadanos.

La coordinadora de GOB Mallorca, Mar Muñoz, ha reclamado "políticas valientes" para fomentar un modelo económico sostenible y apostar por el decrecimiento en Baleares. "Ya basta, no solo somos las entidades ecosociales las que detectamos la situación de colapso, también lo notan los ciudadanos", ha alertado.

Preguntada por el evento Premios del Turismo en la Misericòrdia, Muñoz ha señalado que la "mayoría" de entidades convocantes están en contra de "cualquier fomento o promoción del turismo": "No lo necesitamos, el precio lo pagan los habitantes de las islas", ha sentenciado.

La presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma, Maribel Alcázar, ha recordado que su organización impulsó una iniciativa popular para ilegalizar el alquiler turístico en las viviendas plurifamiliares de Ciutat. A su vez, ha reivindicado el aumento de las inspecciones para que esta medida sea "realmente efectiva".

"Estamos regalando una parte esencial y definitiva de la identidad de nuestra ciudad, la gentrificación expulsa a la población de toda la vida", ha lamentado Alcázar. La portavoz vecinal también ha destacado que la protesta no ha sido convocada por "turismofobia", sino para exigir el "control" de la industria, que tiene efectos negativos como la subida del precio de la vivienda.