El portavoz del PP en el Parlament, Toni Costa, volvió a pedir a la presidenta del Govern, Francina Armengol, que baje impuestos a raíz de la fuerte inflación. Armengol le contestó de forma contundente recordando que «con los impuestos pagamos los servicios públicos». Acto seguido le preguntó: «¿Quieren que recortemos médicos, profesores o la Renta Social Garantizada (RESOGA)?». En este sentido, la presidenta del Govern también le espetó al popular que «no hemos subido ningún impuesto a la clase media y dejen de hacer demagogia, ya que lo que pretenden las comunidades como Andalucía gobernadas por el PP es bajar impuestos a los que más tienen, a los más ricos».

El popular Costa le recordó a Armengol que este año «cuentan con 672 millones más que el año anterior y perfectamente podrían bajar impuestos a las rentas medias y bajas, reclamar el Régimen Especial para Baleares y que los fondos europeos lleguen a las empresas de las islas».

La presidenta del Govern ha calificado de «inaudito que una comunidad aportadora nata como Baleares deba pagar a los ricos de Andalucía», en relación a la bajada del impuesto de patrimonio por parte de las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular. «¿Eso es lo que ha de hacer la clase media de Baleares?», insistió la presidenta Armengol al portavoz del PP, Toni Costa. «La carrera electoral les ha puesto nerviosos y les ha quitado la careta», recriminó Francina Armengol a los populares. 

El portavoz del PP criticó a la presidenta del Govern por «considerarse y proclamarse federalista y al mismo tiempo atacar a la autonomía de otras comunidades», en relación a sus palabras sobre la bajada de impuestos de la Junta de Andalucía.

El debate entre la presidenta y el portavoz de la oposición subió de tono en el turno de réplica. Francina Armengol replicó que el planteamiento del PP «resulta hipócrita» porque se opone a gravar más los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas y de los bancos, a revalorizar las pensiones y a subir el salario mínimo.

Acto seguido, la jefa del Consolat calificó de un «escándalo» que regiones gobernadas por los populares eliminen el impuesto de patrimonio que «solo paga una exigua minoría de ricos y carguen sobre el grueso de la población la compensación de esa merma de recursos públicos».