Podemos presentará en el Parlament balear una Proposición No de Ley para instar al Gobierno central a que extienda el Complemento para la Reducción de la Brecha de género a las personas que cobran pensiones no contributivas y que incremente la cuantía del citado complemento de manera progresiva para que en 2030 la brecha de género de las pensiones se haya reducido por debajo del 10 por ciento.
El complemento de pensiones contributivas para la reducción de la brecha de género, tal y como se establece desde el Ministerio de Seguridad Social, sustituye el complemento por maternidad por aportación demográfica por un complemento dirigido a la reducción de la brecha de género, con el que se persigue «reparar el perjuicio que han sufrido a lo largo de su carrera profesional las mujeres por asumir un papel principal en la tarea de los cuidados de los hijos que se proyecta en el ámbito de las pensiones».
El importe ronda los 27 euros mensuales por cada hijo o hija, con el límite de cuatro veces. El complemento no se tiene en cuenta en la aplicación del límite máximo de las pensiones contributivas ni para determinar el complemento para pensiones inferiores a la mínima.
La diputada Gloria Santiago explica que esta iniciativa surge para «reconocer todo el trabajo que han hecho las mujeres en casa durante tantos años, un trabajo invisibilizado». Argumenta que «no supondría económicamente más de la cantidad que se recauda con el impuesto de patrimonio que se quiere cargar el PP» e incide en que «creemos que el Estado del Bienestar tiene que asegurar vidas dignas y para eso sirven los impuestos, también para sostener la sanidad, la educación y asegurar la igualdad real en todos los ámbitos».
Detallan que el pago de 27 euros mensuales por mujer e hijo, y restringido a las mujeres que cobran pensiones contributivas, «parece insuficiente para acabar con una injusticia de una magnitud muy superior y que afecta en buena medida a mujeres sin pensión contributiva». Así, argumentan que las mujeres cobran, de media, un 20% menos que los hombres porque las mujeres trabajan en sectores y ocupaciones donde se pagan sueldos que son, de media, un 13% inferiores a los que se pagan en sectores y ocupaciones con mayor participación masculina, aunque las mujeres tienen un nivel formativo superior: «Es evidente que todavía existen estereotipos que dificultan el acceso a trabajos bien pagados por parte de las mujeres de nuestro país».
