La economía balear cerró el segundo trimestre del año con un crecimiento interanual del 14,1%, lo que supone ganar algo de velocidad respecto al periodo enero-marzo, cuando este alza fue del 13,9%, según se señala en el último informe presentado por la patronal CAEB. Un aspecto a subrayar es que esta ligera aceleración se registra en todos los sectores económicos, dado que los servicios han pasado del 15,4% del primer trimestre al 15,5% del segundo gracias a una actividad turística muy intensa, la industria ha ido del 6,1% al 7,8%; y la construcción del 4,4% al 5,6%.

Este impulso, según se pone de relieve desde la citada organización empresarial, ha permitido recortar la diferencia que todavía existe entre el Producto Interior Bruto que las islas mostraban antes de la pandemia y el actual, y en estos momentos se sitúa un 7,1% por debajo de 2019. Sobre este punto, hay que destacar que la industria y la construcción muestran ya niveles superiores a los que tenían antes de la covid.

También el consumo presenta un notable aumento, aunque en este caso con una pérdida de velocidad en relación al primer trimestre del año. Durante el periodo abril-junio de este año ha crecido un 13%, aunque entre enero y marzo lo hizo un 13,3%. En el caso de la inversión, gana impulso, al pasar de un alza del 5,8% durante el primer trimestre a un 6,9% en el segundo, y ello a pesar del encarecimiento de los costes.

Pese a lo expuesto, la presidenta de CAEB, Carmen Planas, ha recordado que las principales economías europeas han comenzado a desacelerarse, afectadas por la inflación y el impacto de la guerra en Ucrania, lo que genera las correspondientes incertidumbres una vez concluya la temporada alta en las islas.

Un aspecto a destacar es que Mallorca es la isla que muestra los datos menos positivos, dado que ha cerrado el segundo trimestre del año con un crecimiento de su economía del 13,1%, por debajo del 14% del primero. Por contra, Menorca ha mostrado una evolución interanual positiva del 14,2% entre abril y junio, mejorando el 12,4% de los tres primeros meses del año, mientras que Eivissa-Formentera ha llegado a un 21,2% cuando el primer trimestre se había situado en un 15,2%.

En cualquier caso, se pone de relieve que la supresión de las restricciones que se aplicaron durante la pandemia ha sido clave para conseguir una reactivación tan notable, lo que se ha saldado con un ritmo igualmente intenso en la generación de empleo.

«Las actividades que más han contribuido a este repunte del empleo son las directamente relacionadas con la cadena turística de valor, pues éstas han sido las más beneficiadas por la reactivación de los flujos de visitantes internacionales, como son el alojamiento, el transporte marítimo, las actividades artísticas y de espectáculos, la restauración, el transporte aéreo y el terrestre, así como las actividades deportivas y recreativas», según se indica en el citado informe, y se añade que este comportamiento ha permitido que la mayoría de las citadas actividades hayan alcanzado ya los niveles previos a la pandemia, excepto en el caso de la restauración.

Desde CAEB se destacan dos momentos a lo largo de este segundo trimestre del año en el que esta reactivación turística ha sido más intensa, y se apunta la Semana Santa, en abril, y el inicio de la temporada alta, en junio.

La citada patronal señala especialmente la mejora que ha registrado la rentabilidad hotelera a lo largo de todo el segundo trimestre gracias a los niveles de ocupación, pero además por unos precios que han sido superiores incluso a los que se aplicaron antes de que apareciera la covid.

En concreto, se subraya que la tarifa media por habitación fue en abril un 19,9% superior a la que se aplicaba tres años atrás, mientras que en junio se situó un 14,2% por encima.

También se destaca el crecimiento del 45% en la compraventa de viviendas respecto al año anterior.