El tercer aeropuerto de la red de Aena con más tráfico también ocupa ese mismo puesto entre los más conflictivos este verano, de junio a agosto, por las huelgas de las aerolíneas. Son San Joan acumula al menos un millar de reclamaciones por cancelaciones y retrasos, según las incidencias registradas en Reclamador,
En concreto ha sido la protesta de los tripulantes de Ryanair, que continúa esta semana, la que más se ha notado en el aeropuerto mallorquín, donde la web legal ha registrado en torno 1.000 reclamaciones, la mayoría, unas 600, por demoras en los vuelos.
En el ranking elaborado, con los diez aeropuertos con más conflictos, se cuelan también el de Ibiza, en cuarto lugar, con 500 incidencias, y el de Menorca aparece en el sexto puesto, con 300 reclamaciones.
Encabezan la clasificación el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, con 2.100 incidencias, unas mil por cancelaciones y 900 por retrasos. Barajas, en segundo lugar, suma 1.200 reclamaciones, con más retrasos (600) que anulaciones (unas 500).
A las cancelaciones y retrasos se añaden los problemas con el equipaje y el overbooking, En los diez aeropuertos con más conflictos Reclamador tiene registradas cerca de 17.000 incidencias.
Mientras, los tripulantes de cabina de Ryanair siguen de huelga desde ayer hasta el jueves, con una protesta que está convocada hasta enero sin que los trabajadores hayan logrado avanzar en el diálogo con la aerolínea y que lastra la puntualidad de la irlandesa. Ayer hasta las siete de la tarde, en Son Sant Joan el paro provocó 62 retrasos (29 en salidas y 33 en llegadas), de acuerdo con el reporte de USO, uno de los convocantes de la protesta.
Por otro lado, Baleares se catapultó en agosto como el principal destino de los pasajeros aéreos internacionales, acaparando tanto al mercado británico como al alemán, según la nota de prensa publicada ayer por Turespaña a partir de los registros de Aena. La cuota de llegadas de la comunidad autónoma llega al 24,6 % y ya ha recuperado el 94,4 % de la prepandemia, con más de 2,2 millones de viajeros, por delante de Madrid y Cataluña.
Uno de cada cuatro pasajeros que llegaron a España procedía del Reino Unido y se dirigió principalmente al archipiélago. El 15 % eran alemanes y también aterrizaron fundamentalmente en Baleares.
