UGT Enseñanza ha denunciado este lunes de vuelta al cole que aunque el inicio de curso académico podría haber sido "más normal", superadas las restricciones de la covid-19, "ha supuesto la continuidad de situaciones angustiantes donde se ha continuado generando estrés y presión a los docentes".

El sindicato asegura en un comunicado que la implementación de los nuevos currículos "se ha llevado a cabo de forma precipitada y improvisada", porque su aprobación el 1 de agosto "no ha dejado margen temporal para preparar adecuadamente el curso que empieza, donde se deben elaborar las situaciones de aprendizaje" y la mayoría de los docentes no han recibido formación para ponerlos en práctica.

Recalcan que se han modificado aspectos relacionados con la atención al alumnado con necesidades especiales (NESE), introduciendo cambios en su identificación y evaluación.

UGT denuncia que aspectos esenciales como la evaluación se ha publicado a dos días del inicio de curso, algo que "genera confusión y, si no se explica bien a las familias, generará conflictos y mayor estrés a los docentes".

Otro aspecto relevante para UGT es la "falta de fiabilidad" de los trámites de adjudicación de plazas para el personal interino, que son confusos y han afectado al menos a un centenar de docentes interinos y además presentan fallos técnicos.

A estos problemas se añade el "Protocolo General de Altas Temperaturas", por el calor excepcional de estos días de septiembre, que el sindicato resume en "abrir ventanas, poner cortinas, beber agua, llevar pantalones cortos y estar quietos para no sudar".

UGT denuncia que "este protocolo del 'sentido común' deja en evidencia las carencias que presentan las infraestructuras educativas para hacer frente a situaciones climatológicas adversas".

"¡Ya basta!", clama UGT Ensenyament en la nota donde pide a la Conselleria de Educación respeto para los trabajadores de la enseñanza y que deje de "generar situaciones de inseguridad, angustia y estrés a los docentes".

El sindicato advierte a la Conselleria de que "si no da un giro en sus prioridades y escucha, de una vez, las necesidades reales de los docentes, será un curso 2022-2023 marcado por el conflicto y las movilizaciones".