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Restaurantes y bares prevén una gran temporada hasta noviembre

La restauración de las zonas turísticas seguirá abierta gracias a unos visitantes de mayor calidad

Restaurante Portitxol.

Los restaurantes y bares de las zonas turísticas de Mallorca distan mucho de tener a la vista la fecha de su cierre durante esta temporada, y se preparan incluso para vivir algunas de las semanas ‘doradas’ de este año, al abrirse el periodo en el que llega a la isla un turista más familiar y de grupos de amigos, de mayor poder adquisitivo y que además se mueve mucho más por la isla al no dedicarse principalmente al sol y playa, lo que favorece una mayor distribución del gasto que realiza, según pone en valor el presidente de la patronal Restauración-CAEB, Alfonso Robledo.

Este representante empresarial reconoce que el balance de este año no puede ser más positivo, con una temporada que se inició en su sector muy pronto y de forma muy potente (la Semana Santa aportó un impulso extraordinario), con un volumen de trabajo que se ha mantenido con enorme fuerza hasta ahora. Y de cara a los próximos meses, se espera la llegada de un tipo de clientela que va a permitir mantener esa valoración positiva.

De este modo, Robledo apunta que va a haber muchos negocios de su sector que van a ver superada la cifra de clientes que registraron en 2019, aunque matiza que eso no va a suceder con la rentabilidad debido al fuerte aumento de los costes que se ha registrado semana tras semana.

Temporada larga

Pese a ello, muestra su satisfacción ante el hecho de que las previsiones pasen por continuar abiertos buena parte de estos establecimientos hasta principios de noviembre. «Nosotros mantenemos nuestra actividad en las zonas turísticas mientras los hoteles sigan abiertos, y todo apunta a que este año la temporada se va a volver a alargar», aplaude.

Además, admite que las próximas semanas se prevén como muy positivas, con un tipo de cliente que acude a los restaurantes en busca de calidad y que tiene una movilidad muy superior al que llega en julio y agosto, lo que supone que lleva su gasto hasta zonas del interior de la isla que hasta ahora se habían visto mucho menos beneficiadas por la actividad turística.

Alfonso Robledo expresa el agradecimiento de su sector hacia los distribuidores de alimentos y bebidas, y señala que gracias a la profesionalidad que estas empresas tienen y al esfuerzo que han realizado ha sido posible superar sin demasiados problemas un verano que se esperaba más conflictivo por la escasez de algunos productos.

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