Un total de 146 estudiantes ciegos y con discapacidad visual grave afrontan estos días la vuelta a las aulas en Baleares para el curso 2022-2023, en el que una de las claves es el comienzo de la implantación de la Lomloe.

En una nota de prensa, la ONCE ha detallado que estos estudiantes forman parte de los 7.271 alumnos ciegos y con discapacidad visual de toda España que inician este curso en los cursos impares de Primaria, ESO, Bachillerato y ciclos formativos de grado básico.

De esta forma, más del 99 por ciento de los casi 7.300 alumnos se incorporan a las aulas estos días en centros ordinarios, en un modelo de educación inclusiva con apoyo de los servicios de atención educativa de la ONCE.

Según explica la jefa de Atención Educativa de la ONCE, Ana María Llauradó, la educación inclusiva significa que este alumnado "sigue las mismas pautas y directrices que el resto de compañeros sin discapacidad visual"

"Es el propio sistema educativo y sus diferentes programas los que deben transformarse para incluir a toda la diversidad de alumnos atendiendo a sus necesidades, intereses y capacidades", ha subrayado.

En este sentido, según Llauradó, la Lomloe supone una "gran aportación" a la educación inclusiva, "porque la reconoce no como una realidad a alcanzar, sino como un derecho para todas las personas".

Derecho a la educación inclusiva

La ONCE ha recordado que en el preámbulo de dicha ley se fija como objetivo último reforzar la equidad y la capacidad inclusiva del sistema, para así "hacer efectivo el derecho a la educación inclusiva como derecho humano para todas las personas".

Por último, la entidad ha remarcado que la educación de calidad inclusiva y para todos figura en el número cuatro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.

"Un derecho por el que la ONCE ha trabajado desde los inicios de la organización y que está presente en toda la labor que lleva a cabo en materia de educación", ha finalizado.