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Palma es una de las ciudades con el menú del día más caro: «Si el aceite sube, el menú del día no puede costar lo mismo»

La inflación ataca al precio de las comidas en los establecimientos de Palma

Muchos comercios suben el coste y otros, incluso, prescinden de algunos productos

Palma es una de las ciudades con el menú del día más caro

Palma es una de las ciudades con el menú del día más caro Bernardo Arzayus

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Palma es una de las ciudades con el menú del día más caro María Pujalte

La escalada del precio en los alimentos y la energía ha obligado a muchos restauradores a incrementar el precio del tradicional menú del día. «La situación cada vez se hace más complicada», lamenta desde detrás de la barra del bar Vista Alegre la camarera Beatriz Rojas, quien asume que han aumentado en un máximo de cinco céntimos la mayoría de sus productos: «Los proveedores han subido los precios, así que nosotros también hemos tenido que adaptarnos.».

Con el encarecimiento de los productos, los propietarios de bares y restaurantes no logran conseguir el mismo beneficio que antes: «Los pequeños restauradores no podemos subir la misma cantidad que suben los proveedores. Mantenemos los precios lo más bajo que se puede para que el volumen de clientes no disminuya», justifica el dueño del bar Oveja Negra, Giovanni Cassar. «Ha sido un buen año, pero la subida de precios de los proveedores supone un gran problema. Antes, cinco litros de aceite de oliva me costaban alrededor de 12 euros, ahora son 18», concluye Cassar.

Esta situación se repite en la gran mayoría de bares y restaurantes de Palma: «La inflación se ha notado mucho, si el aceite ha subido un 50%, el menú no puede costar lo mismo», comenta Leticia Ferreira, camarera del bar Antolina, situado en la plaza del Olivar.

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Palma es una de las ciudades con el menú del día más caro Bernardo Arzayus

Menú más caro

Muchos restauradores se ven obligados a subir el precio de sus menús del día debido a los máximos registrados en la luz y los alimentos, alcanzando los 13 euros de media en todo el país. Palma es la tercera ciudad más cara de España para comer un menú del día, en ninguna comunidad autónoma el coste baja ya de los 11 euros de media. Así se ve reflejado en el último informe de la asociación Hostelería de España, que muestra que este producto ha pasado a costar de media 12,8 euros, un euro más que en 2016.

Además de aumentar el precio, hay muchos establecimientos que han optado por suprimir el concepto de menú del día y transformarlo en un único plato: «Nos hemos visto en la necesidad de prescindir del menú del día, ahora ofrecemos un plato del día», asume Ferreira. En el bar Antolina, el menú del día estaba a 10,9 euros antes de pasar a ser plato del día con un coste de 7,9 euros.

Por otro lado, un gran grupo de hosteleros se han visto obligados a desprenderse de algunos productos. Este es el caso del bar Pigalle: «Antes vendíamos helados, pero ya no. El precio se disparó y no salía rentable», admite José Fuster, dueño del comercio. Esta situación se repite en muchos otros negocios. En el restaurante asiático Durama, situado cerca de Cort, asumen que se han visto forzados a evitar cocinar platos «que contengan materias que hayan subido mucho de precio, como por ejemplo el aceite».

Esta situación ha afectado de igual manera a los establecimientos de comidas preparadas o para llevar: «Hemos subido el precio, aunque poco en proporción a la subida de los proveedores. Hemos aumentado un 7% el menú y el producto a nosotros nos cuesta hasta un 50% más en algunos casos», expone Francisco Aguilera, dueño del Pollo Dorado.

La demanda no decae

El secretario general de la asociación Hostelería de España, Emilio Gallego, ha destacado que, a pesar de una subida del precio del menú del día, no se ha producido un «impacto en el consumo de este producto» por parte de los consumidores. Este dato se ve reflejado en las calles de Palma: «Tenemos la misma clientela, no hemos notado ninguna disminución de la demanda», asegura José Fuster.

Aunque esta situación no es general, en otros bares se ha notado en cierta medida una pequeña bajada en el volumen de clientela, como es el caso del Buena Vista, que recibe «menos clientes al día, ya que algunos que acudían a diario ahora ya no son tan constantes», hecho que relacionan de manera directa con la inflación general que sufre la economía del país: «La subida de precios ha generado que las familias tengan que priorizar en gastos, y los productos de primera necesidad se anteponen al ocio y a comer en restaurantes», explican.

Los ciudadanos de Palma viven esta situación con expectación y paciencia. «He notado especialmente una subida de precios en la restauración», asume Diego Martínez mientras disfruta de una cerveza en una terraza del carrer dels Llums, en pleno centro de la ciudad. «Seguiré disfrutando del ocio y la restauración mientras me lo pueda permitir. La inflación se ve en todos lados, por supuesto también en los menús. Cuando más noto el incremento de precios es al llegar la factura de la luz y el gas», concluye el mallorquín.

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