Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Mayores dependientes pero capaces

Marina Pérez, de 87 años, es usuaria de la nueva guía de actividades para el desarrollo de la estimulación cognitiva que ha puesto en marcha el IMAS

El IMAS pone en marcha su nueva guía de ayudas cognitivas para personas dependientes

El IMAS pone en marcha su nueva guía de ayudas cognitivas para personas dependientes G. Bosch

Para ver este vídeo suscríbete a Diario de Mallorca o inicia sesión si ya eres suscriptor.

El IMAS pone en marcha su nueva guía de ayudas cognitivas para personas dependientes Marina Torres

La vejez es uno de los finales de los que nadie puede salvarse. Con el paso del tiempo el cuerpo comenzará a fallar, la memoria se deteriorará y la piel se arrugará. Es inevitable, pero no tiene por que ser una condena.

«Mi abuela puede tener problemas de salud y para comunicarse, pero de cabeza aún nos gana a muchos», asegura la nieta de Marina Pérez Mateo, una mujer dependiente de 87 años que todavía tiene muchas ganas de seguir luchando.

Marina Pérez, lectora de este medio, ha llegado a la vejez con problemas de salud como la diabetes, además, necesita recibir oxígeno durante todas las horas del día y debe desplazarse mediante una silla de ruedas. Ahora bien, esta anciana no se dejará ganar tan fácilmente en una partida de dominó. La familia de la mujer, que conviven en su misma finca y disfrutan de acompañarla, han hecho todo lo posible para que sus capacidades no se deterioren junto con el paso del tiempo. Por ello, Marina tiene dos cuidadoras diarias que la ayudan a completar las tareas que ella ya no puede hacer, como cocinar o ayudarla con el mantenimiento de su higiene. Una de ellas la acompaña durante el día mientras que otra pasa junto a ella las noches. Además, esta mujer ahora tiene un cuidado incluso más personalizado.

El Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) presentó el mes pasado una nueva guía que busca poder trabajar la estimulación cognitiva de personas dependientes de cualquier edad, Marina es una de las participantes de este programa. Dani, el auxiliar de enfermería que se encarga de Marina, va a su domicilio de lunes a viernes durante dos horas diarias, una opción más cómoda para muchos ancianos que no desean ir a residencias. En este plazo de tiempo ambos realizan actividades que pongan a prueba los límites de la mujer.

«Con este programa conseguimos un trato más personalizado con las personas que tratamos, yo paso con ella todas las mañanas, así puedo llegar a entender que necesita en cada momento», explica Dani. Que destaca la variedad de ejercicios que se pueden encontrar en este dossier y la personalización y accesibilidad que estos llegan a permitir.

Mediante esta guía, que se encuentra pública y gratuita para todos los ciudadanos que la necesiten, el IMAS pretende poner en las manos de todos los usuarios actividades de estimulación cognitiva fáciles de realizar incluso por personas que no son profesionales del ámbito. Además, los materiales necesarios son accesibles económicamente, ya que la mayoría pueden encontrarse en sus casas o en un bazares cercanos y accesibles.

Por ejemplo, una de las actividades que ofrecen desde este instituto para fortalecer la memoria es emplear unas cartas, situarlas bocabajo e ir hallando las parejas, un juego popular que, aunque no lo parezca, necesita una capacidad de observación y retenimiento de la información que puede entrenarse. Por otro lado, ejercicios para la psicomotricidad pueden realizarse con unas cartulinas de colores y unas simples pinzas de esos mismos colores, con un número en los papeles, el desafío consiste enganchar las pieza correspondientes en los bordes. Una actividad que fortalece los músculos de las manos y la capacidad de enlazar un elemento con características similares a otro.

13

Marina Pérez realizando actividades de la nueva guía para desarrollo cognitivo para personas dependientes del IMAS Guillem Bosch

Enfocar en las tareas cotidianas

«Muchas de estas actividades están enfocadas hacia tareas de la vida cotidiana para que ellos luego puedan relacionar lo aprendido y lo utilicen», afirma Laura Pioletti, terapeuta ocupacional que se encarga de otros problemas que pueden afectar a estas personas dependientes y con baja movilidad, como obstáculos arquitectónicos que para ellos pueden implicar un cambio absoluto en su capacidad de movimiento. Laura ejemplifica en específico una de las actividades que consiste en emparejar calcetines ya que, a pesar de parecer una actividad sencilla para muchos, requiere utilizar la memoria, la atención y la sincronización para poder realizarse.

Para Marina, la opción que más le gusta es el dominó. Un juego que la mujer juega con su cuidador y familiares, permitiéndole desarrollar su estimulación cognitiva a la vez que disfruta. Sin embargo, este juego no es solo útil para la anciana.

«A mi el dominó me sirve para ver como se encuentra ella ese día. Mediante el juego yo puedo ver como se siente anímicamente y adaptar ese día a su estado de ánimo», afirma su cuidador. «Siempre hay que darles espacio, al final ellos tienen que tener la opción de elegir, algunos días querrán ir a pasear antes de realizar otros juegos», añade Dani, insistiendo en que estos mayores son capaces de tomar sus propias decisiones.

Laura Pioletti destaca como estas actividades deben ayudar a salir de la zona de comfort a las personas que las practiquen pero que es muy importante no llegar a un nivel de frustración. «Cuando hablamos del desarrollo cognitivo hay que tener mucho cuidado, porque si subimos dos escalones y permitimos que la persona se frustre en un juego podemos llegar a números negativos. Por eso es tan importante que exista un vínculo profundo entre la persona tratada y el cuidador», expone la terapeuta.

Soledad

Ahora bien, cabe destacar que, en un ámbito de su vida, Marina ha tenido mucha más suerte que otras personas dependientes. Esta mujer vive en el mismo edificio que una de sus hijas y recibe visitas familiares prácticamente diarias, una actitud que supondría una gran diferencia en este caso. «Dani está aquí dos horas, pero otros auxiliares pasan cerca de cinco horas con sus pacientes para evitar los efectos de la soledad», asegura Laura Pioletti.

Compartir el artículo

stats