Baleares es la comunidad líder del Estado en número de denuncias de mujeres víctimas de violencia de sexual, a una considerable distancia del resto. Además, el archipiélago ha incrementado las denuncias por este tipo de delitos con respecto al año pasado. Así se desprende del Balance de Criminalidad publicado por el Ministerio del Interior correspondiente al primer semestre de 2022.
Según esta estadística, en el archipiélago se contabilizan 34,6 mujeres víctimas de violencia sexual por cada cien mil habitantes, incluyendo violaciones y cualquier tipo de delitos contra la libertad sexual. A distancia se encuentran Ceuta y la Comunidad Valenciana, con 24,2 y 23,6 denuncias por cien mil habitantes respectivamente.
Los datos atribuyen a Baleares 408 delitos «contra la libertad e indemnidad sexual» entre enero y junio de este 2022 frente a los 340 registrados en el primer semestre de 2021, un incremento del 20%. Hasta 44 de esos delitos fueron violaciones, que se han disparado un 69,2% un año después.
Pese a este aumento, las cifras siguen por debajo de las registradas en 2019, último año ‘normal’ antes de la pandemia: entre enero y junio se contabilizaron 589 denuncias de violencia sexual contra las mujeres en las islas, un 44% menos que este año.
La estadística incluye núcleos de población superiores a 20.000 habitantes, por lo que se pueden establecer diferentes escenarios dentro del archipiélago. En Mallorca el número de violaciones —se describen como «agresión sexual con penetración»— se ha incrementado un 71,4%, de las 21 registradas durante el primer semestre de 2021 a las 36 contabilizadas entre enero y junio de este año. En cuanto al número total de delitos contra la libertad sexual, durante este periodo de tiempo han pasado de 277 a 331, un aumento del 19,5%.
En Palma las denuncias por violación han pasado de doce a catorce en un año. «En las islas tenemos siempre cifras muy altas de violencia sexual que atribuimos al hecho de ser una comunidad turística», valoró la directora del Institut Balear de la Dona (IB-Dona), Maria Duran. «La mayor incidencia es en zonas turísticas y la mayoría de delitos se cometen en temporada alta», añadió.
Esta experta confirma que, además de elevadas, las cifras van en aumento. «En los primeros seis meses de 2021 en nuestro servicio de atención 24 horas atendimos a 84 mujeres víctimas de violencia sexual, 25 de ellas en el ámbito de la pareja. Y entre enero y junio de este año hemos atendido a 118 mujeres, 37 de ellas agredidas por sus parejas. Es un incremento del 28,8%», cuantificó Duran.
El IB-Dona ofrece orientación telefónica y también acompañamiento al hospital o a los juzgados para poner una denuncia si es necesario. Duran advierte de que una parte de las mujeres además de ser víctimas de una agresión sexual también lo son de violencia física y psicológica.
Siete mil casos al año
La estadística del Ministerio del Interior se basa en denuncias recogidas de los registros de la Policía Nacional y la Guardia Civil en cada comunidad, pero se estima que el número de casos es muy superior al de los que se reportan en una comisaría.
«Una macroencuesta del Ministerio de Igualdad ha calculado que en Baleares se producen al año una media de siete mil delitos contra la libertad y la indemnidad sexual. Es decir, las denuncias solo representarían entre un 10% y un 12% de los casos reales», advierte Duran.
«Todavía se denuncia poco. Antes el perfil del violador era el de un hombre que no conocía de nada a la víctima. Ahora hay dos perfiles. Por un lado, el que va a una primera cita y se piensa que tiene el derecho de mantener relaciones sexuales con la mujer. Por otro lado, esos hombres, y sobre todo jóvenes, que actúan en manada y se creen con derecho a violar a una chica. A nivel de todo el Estado, el 11% de estos casos se graban y distribuyen por WhatsApp. El 20% de estos agresores son menores de edad. Y el 40% de las víctimas son menores de edad», manifestó la directora del IB-Dona.
Duran habla de la gravedad de estas cifras que atribuye «a la pornografía en internet, donde se muestran videos que se publicitan como de violaciones reales, y al hecho de que los jóvenes accedan a edades cada vez más tempranas».
