Cuando se pregunta a los presidentes de la asociación de autoescuelas de Baleares y de la agrupación de taxistas de PIMEM, Joana Ribas y Biel Moragues respectivamente, sobre la infracción más peligrosa y habitual en las carreteras de las islas, la respuesta de ambos es coincidente: conducir mientras se está haciendo uso del móvil.
Ambos profesionales del volante subrayan que se trata de un comportamiento extraordinariamente generalizado pese a que las penas por practicarlo se han visto incrementadas en la nueva Ley de Tráfico (200 euros de multa y la pérdida de seis puntos en el carné si el dispositivo se lleva en la mano), y advierten del peligro que conlleva al incrementar en gran medida el tiempo de reacción del conductor cuando tiene que hacer frente a algún incidente en la vía. Moragues califica de «brutal» el riesgo que se asume al no respetar la prohibición de hacer uso de este dispositivo al volante.
Los dos presidentes de patronales coinciden también en que una práctica de riesgo y extraordinariamente habitual es no respetar la distancia de seguridad entre vehículos. Joana Ribas apunta que basta con hacer un breve recorrido por la vía de cintura palmesana para comprobar que se trata de un comportamiento peligroso en el que caen la mayoría de los conductores, algo que también Moragues señala.
Lógicamente, los dos apuntan igualmente la conducción bajo los efectos de drogas y alcohol, aunque se admite que ésta es más difícil de detectar debido a que para confirmar la infracción el conductor debe de someterse a un control de Tráfico. Sin embargo, Ribas apuesta a que se trata de una infracción mucho más generalizada de lo que pueden apuntar los datos sobre las sanciones aplicadas.
En este sentido, añade que en sus clases siempre recuerda a los alumnos que el consumo de drogas puede detectarse muchas horas después de haberlas consumido, de ahí la necesidad de evitar ponerse al volante en estas circunstancias.
A la hora de indicar otros comportamiento irregulares muy frecuentes, la presidenta balear de las autoescuelas señala las salidas de las rotondas directamente desde el carril interior, cerrando el paso a los que circulan por el exterior.
Ambos reiteran además la necesidad de intensificar los controles de radar no solo en autopistas, sino también en la red de carreteras secundarias.
