El vicepresidente del Govern, Juan Pedro Yllanes, defiende las medidas de ahorro energético impulsadas por el Gobierno central, porque «en otoño y en invierno» se dará «una crisis energética garantizada».

En una entrevista concedida a Europa Press, el vicepresidente explicó que se trata de cumplir «un compromiso con la Unión Europea», porque los países del norte serán los que sufran más las consecuencias, aunque reconoció que las medidas tendrán repercusión en Baleares.

«Es cierto que es un comercio muy vinculado al turismo que reclama un acompañamiento especial, que es lo que vamos a hacer», aseguró el conseller, que detallaó algunas de estas acciones, como pedir un «aumento de las ayudas estatales y propias de la comunidad» o que exista «flexibilidad en la aplicación de las medidas para que todos los comercios se puedan adaptar a las obligaciones», ejemplificó.

Por otro lado, respecto a la obligatoriedad de apagar las luces de los edificios públicos a partir de las 22.00 horas, Yllanes sostiene que es una medida «absolutamente razonable» e ironiza con que Baleares tiene «una iluminación pública espectacular que impedirá que las calles se conviertan en boca de lobo», en referencia a la frase de la consejera de Cultura de Madrid, Marta Rivera de la Cruz.

«La administración adopta las medidas, no solo porque piensa en la crisis climática que tenemos encima, sino por la crisis energética que llega a partir de otoño y que nos obliga a adoptar estas medidas, que no son agradables de legislar pero sí imprescindibles», manifestó.