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Opinión

En Segunda B no vendrán turistas

Son Moix

De los autores de los grandes éxitos de taquilla «Si criticamos a Urdangarin, no volverán los Reyes a Mallorca» y «Si no pagamos a Michael Douglas, la isla se vacía», llega ahora una superproducción de dos millones de euros, «Los turistas viajan a Mallorca por su fútbol». Y así es como un Consell presidido por una mujer le regala una cantidad millonaria a un club poseído por un banquero investigado por su trato a las mujeres. Aguardamos ansiosos el pronunciamiento del IBDona.

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Los miles de mallorquines a quienes se ha negado una ayuda para la vivienda por percibir unos cientos de euros de más, recibirán con alborozo la noticia de que un club cuyos únicos trabajadores llevan calzón corto y ganan un millón anual, va a ser regado con fondos públicos en plena crisis económica.

Una institución que no solo es socialcomunista, sino también profundamente nacionalista, disuelve el último rasgo identitario del club, puesto que Son Moix se llamará Visit. Y todo ello porque, según coinciden los dos partidos más inteligentes de la isla también llamados PP y PSOE, con el equipo en Segunda B no vendrán turistas, ya recordarán que la isla se vació en 2017. Es decir, populares y socialistas saben tanto de fútbol como de política, suerte que solo pueden hundir la segunda de las actividades citadas.

Si el equipo se llama Real Mallorca, qué necesidad existe de pagar por su nomenclatura. ¿Qué harían sin los dos millones, denominarse Real M.? En cuanto a los ejecutivos de un club que discrimina a las periodistas pese a que está poseído por un investigado por misoginia, valoran el estadio de Son Visit en 45 millones de euros. Es decir, más que el Camp Nou, rebautizado Spotify o Satisfy por 40 millones anuales. Ergo, el Mallorca supera al Barça, no es de extrañar que con esta sabiduría contable desciendan tan a menudo.

Admitamos que Cati Cladera ha estado muy ocupada autoascendiéndose a interventora por decreto, para reparar en que el Real Mallorca ya lleva el nombre de Mallorca. Omitamos por insignificante el papel lacayuno jugado por Ciudadanos o El Pi, sin ganar nada a cambio. Y tengamos por harto probado que ni un solo turista recalará en Ibiza, Formentera, Canarias, Málaga o Marbella, por carecer de un club que los promocione en LaLiga. Y si se trataba de preservar un turismo no masificado de calidad, el nombre más apropiado era Do Not Visit.

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