La primera jornada de huelga a la que están convocados desde ayer y hasta el 7 de enero de 2023 los tripulantes de cabina de pasajeros en Ryanair por los sindicatos USO y Sitcpla dejó ayer un total de dos vuelos cancelados en Palma y al menos 24 vuelos demorados.

Según informó USO, hasta las 13.00 horas se habían registrado diez vuelos cancelados y 111 retrasados en todos los aeropuertos en los que opera la compañía irlandesa.

Cuatro de los diez vuelos suspendidos hasta esa hora tenían salida en el aeropuerto de Barcelona, y otros cuatro llegaban a la ciudad condal, mientras que en Palma se suspendió un vuelo de salida y otro de llegada.

Los retrasos afectaron en mayor medida a Mallorca (24 vuelos de salida o llegada demorados), Málaga (23 retrasados), Barcelona (18), Alicante (14) y Madrid (12).

Los dos sindicatos mantienen los paros desde este lunes hasta el 7 enero, de lunes a jueves, tras un acuerdo con CCOO sobre salarios, rosters —cuatro días en activo seguidos de tres libres— y complementos de sus tripulantes de cabina españolas.

Ryanair insistió en que esperan una «mínima» interrupción en España, «como ya se vio reflejado durante los paros de junio y julio», informó la compañía aérea en un comunicado.

Asimismo, el secretario de comunicación de USO en Ryanair, Pau Ibarzábal, reclamó a la compañía irlandesa volver a sentarse en la mesa para negociar un convenio colectivo estatal, ante la «decepción» con el papel jugado por el Gobierno, especialmente por los servicios mínimos decretados.