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Las mafias cobran 3.000 euros por viajar en pateras de «primera clase»

La Guardia Civil interceptó una lancha de recreo abarrotada de migrantes en aguas de Cabrera

La lancha de recreo con migrantes interceptada en febrero de 2021 en Cala d’Or. | DM

La embarcación interceptada por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil el miércoles por la mañana al sur de Cabrera no era una patera convencional. Los agentes que acudieron en socorro de los migrantes se encontraron una lancha de recreo en buenas condiciones de navegación en lugar de las habituales y precarias barcas de madera. Los investigadores de los Cuerpos de Seguridad han constatado que se trataba de un servicio considerado «de primera clase», por el que los viajeros llegan a pagar hasta 3.000 euros —el doble de lo habitual— a las mafias que se dedican al tráfico de personas entre África y Europa.

No es la primera vez que es interceptada una embarcación de estas características dedicada al transporte de migrantes en Balears. Fuentes del sector apuntan a que en los últimos años ha habido otros dos casos. La última fue capturada en aguas de Cala d’Or en febrero del año pasado.

Se trata de un medio distinto al que se emplea habitualmente para transportar a migrantes a las costas de Balears. Por lo general, los tripulantes abandonan las barcas de madera cuando alcanzan tierra. Se trata pues de naves de un solo uso. Sin embargo, las lanchas de recreo como la que fue detectada el miércoles son mucho más caras, por lo que los investigadores sospechan que las mafias pretenden hacerlas regresar a Argelia una vez dejen a sus pasajeros en España para usarlas en nuevos viajes.

Las lanchas de recreo como la detectada en Cabrera cuentan con mejores condiciones para la navegación que las pateras. Disponen de motores más potentes y sistemas de comunicación y orientación más sofisticados. Sin embargo, eso no reduce el riesgo de la travesía de cerca de 200 millas (más de 300 kilómetros) entre la costa de Argelia y Mallorca. De hecho, la embarcación detectada el miércoles estaba totalmente sobrecargada. Pese a tener una capacidad de unos doce ocupantes, transportaba a bordo 37 personas, todos ellos jóvenes magrebíes que estaban en buen estado.

Los investigadores sospechan que se trata de una especie de servicio de «primera clase» por el que las mafias llegan a cobrar 3.000 euros por pasajero, el doble de la tarifa habitual.

Por otro lado, la Guardia Civil y Salvamento Marítimo asistieron a los doce ocupantes de otra patera, en este caso de reducidas dimensiones, que fue interceptada el miércoles por la noche, también al sur de Cabrera. A bordo viajaban varias parejas con niños y una mujer embarazada de cinco meses. Esta mujer fue trasladada directamente por la Guardia Civil al puerto de Palma para que recibiera atención médica.

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