Los 23 niños de Ucrania que llegaron la semana pasada a Mallorca para disfrutar de unas vacaciones lejos de la guerra disfrutaron el martes noche de una fiesta y cena de bienvenida, organizadas por el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) en el hipódromo de Son Pardo. La presidenta del Consell Insular, Catalina Cladera, y la consellera de Derechos Sociales y presidenta del IMAS, Sofia Alonso, ejercieron de anfitrionas de la cita a la que también asistieron cerca de 100 personas entre las que se encontraban miembros de la Asociación de Ucranianos de Baleares, las dos personas de referencia que acompañan a los niños durante el viaje y las 15 familias los acogen de forma voluntaria.«Desde el Consell, queremos mostrar nuestro profundo agradecimiento a la solidaridad de estas familias que son muestra de que Mallorca es una tierra solidaria y de acogida», destacó la presidenta Cladera quien, además, añadió que la institución insular ha puesto «los recursos, la logística y la voluntad, pero sin estas familias estos chicos ahora no estarían aquí y nada sería posible».

En la celebración estuvieron presentes la directora insular del Área de Infancia y Familia del IMAS, Maria Ángeles Fernández, que se ha encargado de gestionar las acogidas, y la presidenta del Fondo Mallorquín de Solidaridad y Cooperación, Maria Antònia Mulet. Esta entidad ha coordinado, en colaboración con la Asociación de Municipios de Ucrania (AMU), los trámites de los desplazamientos de los niños de entre 7 y 14 años procedentes de la zona de Butxa.

Los niños se entretuvieron saltando a la comba con los payasos | CONSELL DE MALLORCA

«Para nosotros la prioridad es que los niños vuelvan a ser niños, que se sientan seguros y protegidos en Mallorca, y puedan sumar experiencias enriquecedoras», remarcó Sofía Alonso. Los representantes del Consell y del Fondo compartieron con las familias cómo se están adaptando los niños y cuáles son las primeras impresiones.

El Consell aprovechó el acto para hacer un reconocimiento a la profesional que ejerce como traductora y psicóloga, Olena Ivanovska, que desde el inicio del conflicto colabora con la institución mallorquina para ayudar a los niños que han llegado a la isla a adaptarse, el mismo servicio que ha llevado a cabo con estos niños para que aprovechen así al máximo su día a día en Mallorca.