En su 23 comparecencia ante el Parlament en lo que llevamos de legislatura -rendiciones que la diputada de El Pi ya calificó por ello de «un clásico»-, la consellera de Salud basó la defensa de su pareja y ya exdirector general del IB-Salut en dos cuestiones.

La primera de ellas es que la hija de Fuster hubiera obtenido plaza independientemente de que este interviniera o no en la oposición de su familiar al haberse presentado 96 candidatos para una oferta superior de 107 plazas de médico anestesista.

Y la segunda es que el exalto cargo nunca ha interferido en las decisiones de los tribunales examinadores en los 70 procesos de oposiciones en los que ha participado desde que accedió al cargo en 2015. «Firmó una resolución que no cambia en nada la decisión del tribunal examinador (de no evaluar una prueba que no había respetado el anonimato)», recalcó Gómez.

En su declaración, la consellera Gómez dio más detalles del caso. Como que en realidad recurrieron tres opositores cuyas pruebas no fueron calificadas. Dos de ellos por firmarlas, aunque tan solo uno de los dos decidió continuar pleiteando ante el TSJB tras ver rechazado su recurso de alzada, y otro por contestar a los 5 temas planteados cuando solo debería responder uno.

Segunda mejor nota

De los 96 candidatos, 88 aprobaron, 5 suspendieron y a los 3 citados no se les calificó. La consellera añadió que Mireia Fuster obtuvo la segunda mejor nota de los 34 candidatos que se presentaron por las plazas de anestesista de Son Espases.

Su pareja no debía haber intervenido en el recurso alzada presentado por una oposición en la que participaba su hija, admitió la consellera, aunque incidió en que se trató de un «error administrativo» que vulneraba el código ético del Govern lo que motivó que Fuster actuara en consecuencia presentando de forma inmediata su dimisión.

Aunque Gómez defendió que Fuster intervino desconociendo que lo hacía en un proceso de su hija, tanto la oposición como sus socios le recordaron que el contencioso del TSJB se publicó en el BOIB y le preguntaron qué se estaba haciendo para subsanar el error (que los servicios jurídicos no avisaran a Fuster de que debía abstenerse). Gómez aseguró que los protocolos se están revisando para los próximas convocatorias para reducir la temporalidad en el sector público.