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Discotecas y yates de alquiler no ponen el cartel de ‘completo’

El chárter náutico se queda con una ocupación del 78% «cuando deberíamos estar al 100%»

El ocio nocturno detecta un especial descenso entre la clientela británica. G. Bosch

El boom turístico que está viviendo Mallorca una vez se han dejado atrás las restricciones vinculadas al coronavirus no está permitiendo poner el cartel de ‘completo’ a algunos sectores empresariales muy vinculados a la llegada de visitantes, y pese a reconocer que están alcanzando un buen nivel de actividad, no se oculta una cierta decepción al considerar que se están quedando por debajo de lo que al inicio de la temporada habían previsto. En este grupo aparece tanto el ocio nocturno como las empresas de alquiler de embarcaciones.

El presidente de la asociación que agrupa a discotecas y salas de fiesta de las islas (ABONE), Miguel Pérez-Marsà, afirma que la afluencia de clientes a estos establecimientos «va bien y no queremos quejarnos, pero desde luego no es el boom que esperábamos. Lo cierto es que teníamos la esperanza de que fuera algo mejor» durante las primeras semanas del verano.

En este sentido, apunta que se detecta una cierta debilidad en la afluencia y gasto por parte de los británicos, y en este sentido señala que son precisamente las zonas de Mallorca en la que esta nacionalidad turística es mayoritaria en las que este despegue está resultando más lento. Como ejemplo, apunta el caso de Magaluf.

Una situación similar es señalada por el presidente de la asociación de chárter náutico de las islas, José María Jiménez, que lamenta que la ocupación de las embarcaciones de alquiler se mueva este mes en torno a «un 78% cuando por estas fechas deberíamos de estar al 100%».

Hay otro punto en el que coincide con su homólogo en ABONE. Si bien la demanda alemana se mantiene en niveles similares a los del pasado año y la española muestra un recorte muy ligero, la caída más acentuada se está detectando en el mercado británico, que muestra unos volúmenes de reservas especialmente bajos. Lógicamente, la clientela rusa ha desaparecido debido al conflicto bélico en Ucrania.

El año de la ‘recuperaciòn’

Un aspecto sobre el que se incide especialmente desde el ámbito del ocio nocturno es en la importancia que han adquirido los resultados que se consigan durante la temporada turística de este año debido al cierre total que el sector sufrió durante los dos ejercicios anteriores debido a la pandemia. En este sentido, se admite la necesidad que estas empresas tienen de cerrar este ejercicio con elevados ingresos para empezar a sanear sus cuentas, con la esperanza de que en 2023 se pueda cerrar esta fase de recuperación.

En este marco, un aspecto que preocupa especialmente a los representantes de ambos sectores es el comportamiento que la demanda va a tener durante los próximas semanas, pero muy especialmente durante septiembre y principios de octubre, ya que son los últimos meses de cada temporada los que marcan la diferencia entre «una buena y una muy buena», según señalan tanto Pérez-Marsá como Jiménez.

La fuerte inflación y las medidas que se puedan tomar ante una crisis energética se apuntan como factores que provocan una enorme incertidumbre respecto al comportamiento que los turistas vayan a tener a partir de ahora, y que pueden condicionar especialmente el tramo final de la temporada de este año.

Pese a ello, se insiste en que por el momento, y aunque se sitúe por debajo de lo esperado, el balance del presente verano es positivo. Sin embargo, el presidente de ABONE no ve viable que en este tipo de establecimientos se pueda alargar la temporada más allá de lo habitual durante los años previos a la pandemia, de ahí que vaticine un cierre mayoritario de este tipo de locales a lo largo de octubre.

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