Juli Fuster dimitió ayer formalmente de su cargo de director general del IB-Salut, obligado por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears (TSJIB) que considera que intervino en unas oposiciones a la especialidad de anestesista a las que se presentaron su hija y su yerno. Su sucesor será Manuel Palomino, director de Gestión y Presupuestos del ente público.

«Reconozco que cometí un error estrictamente administrativo, que es firmar una resolución en la que no intervine para nada. Lo que no quiero es perjudicar a los miembros del tribunal, ni que se paren proyectos que están en marcha, ni ruidos innecesarios. Por tanto lo más prudente es dar un paso a un lado», señaló el ya exalto cargo del Govern durante una comparecencia pública ante los medios. «A lo mejor otros han cometido otros errores y no se han ido», añadió.

«No puedo permitir que se cuestione ni mi honradez, ni la de ningún profesional miembro de los diferentes tribunales. Quedo a disposición de cualquier proyecto en que se crea que puedo ayudar en defensa de la sanidad pública. Me voy con la conciencia muy tranquila. Y con la tranquilidad de que dejo el Servei de Salut en unas manos inmejorables para seguir mejorando nuestro sistema sanitario», subrayó Fuster, que compareció respaldado por una treintena de directivos y trabajadores del IB-Salut que le despidieron con un aplauso.

El tribunal de las oposiciones a especialista en anestesia y reanimación que su hija y su yerno aprobaron , obteniendo una plaza pública, excluyó a uno de los aspirantes argumentando que firmó un examen que debía ser anónimo. En 2021 el todavía director general del IB-Salut firmó la resolución del tribunal y este opositor llevó el caso a la justicia al sentirse perjudicado. La sentencia del TSJIB, que se conoció el viernes, considera que Fuster tendría que haberse abstenido de todo el proceso, y no tendría que haber firmado la resolución que validaba aquellas oposiciones.

Tampoco se abstuvo como exige la normativa de buen gobierno del propio Govern y remata su Código Ético cuando confluyen intereses familiares.

«Firmo doscientas cosas»

«La justicia ha considerado que el hecho de excluir a este opositor podía beneficiar indirectamente a mi hija que se presentaba a estas oposiciones. Ni yo hubiese intentado beneficiar a nadie en una oposición, ni mi hija lo hubiera permitido. Pero el haber firmado ese documento me obliga a renunciar. En pura ley tendría que haber delegado en otro miembro de la dirección esta firma, cosa que hubiese hecho si hubiera sido consciente. La justicia también indica que yo tendría que haber estado al margen de cada una de las partes del proceso y no queda más que respetar la decisión de la justicia», argumentó.

«Presento mi dimisión porque si bien no participé en ninguna decisión para favorecer a nadie en una oposición, firmé esta y todas las resoluciones a propuesta de los tribunales», señaló el exdirector general del IB-Salut, la empresa pública con mayor presupuesto del Govern. 

Fuster justificó que estampara su firma en la resolución de aquellas oposiciones en el hecho de que «como director general me pasan a firmar cada día doscientas o trescientas cosas». Insistió en que no participó en ningún paso de aquel proceso y lamentó que no fue consciente de lo que estaba firmando. «Era una resolución de los tribunales, una más. La firmé sin pensar que podía tener alguna repercusión. Si me hubiese dado cuenta, no la hubiese firmado», indicó. 

«No me di cuenta de que firmara esto y no intervine en nada. La firma es electrónica, hay un montón de cosas para firmar y si me hubiese dado cuenta lo hubiese firmado otro miembro de la dirección», añadió.

Asimismo, aseguró que hasta el viernes no tuvo conocimiento de la existencia del procedimiento judicial que finalmente ha provocado su caída. «Había cogido dos días libres y me enteré el viernes estando en Asturias. No tenía conocimiento ni de que hubiera habido este juicio. En el momento en el que me entero tomo la decisión [de dimitir], manifestó. 

En este sentido, Fuster señaló que nadie del Ejecutivo balear tenía conocimiento de este proceso judicial. «No creo que hubiese nadie del Govern que lo supiera. Nos enteramos porque llegó un escrito aquí. Yo lo supe porque me llamaron estando en Asturias. Llegó una notificación de la abogacía [de la Comunidad] el mismo viernes y por eso me enteré», subrayó.

Reiteró que en todo momento se mantuvo al margen de las oposiciones, salvo en el momento de firmar la resolución. Y admitió que el proceso «La gente de la casa está muy dolida. Supongo que se tienen que revisar los protocolos para que esto no vuelva a pasar», asumió. 

Apoyo «de todo el espectro político»

El exdirector general del IB-Salut aseguró haber recibido «numerosas muestras de apoyo desde el viernes», cuando se conoció el contenido de la sentencia. «Mucha gente me ha pedido que no dimita, no se pueden hacer una idea. He recibido mensajes de todo el espectro político, y por supuesto de muchos compañeros que hasta esta misma mañana me estaban presionando para que diera marcha atrás. Incluso miembros del Govern», afirmó.