«Estamos hartos de que no nos valoren, el servicio de un profesional hay que remunerarlo, pagadnos por nuestro trabajo porque no vivimos del aire». Las palabras de una fisioterapeuta mallorquina encarnan a la perfección el malestar general de todo el colectivo de ‘fisios’ en la isla, que se ha plantado ante la precariedad en su sector y la cantidad de ofertas laborales sin sueldo ni contrato que reciben.
Sin ir más lejos, la semana pasada el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Baleares remitió a sus miembros una oferta laboral para trabajar en la popular marcha Des Güell a Lluc a Peu, aunque no especificaron las condiciones. A las preguntas de un colegiado, la asociación aclaró que es «un evento totalmente voluntario»: «Hay que entender que es una manera de divulgar la fisioterapia», justificó el Colegio, que a continuación detalló el horario de la jornada: de las tres de la madrugada a las nueve de la mañana, aunque «no se trabajará todo el tiempo». Solo y exclusivamente a los fisioterapeutas que realicen el itinerario completo se les pagará 75 euros por los gastos derivados, pero no en calidad de gratificación por su trabajo.
No es un caso aislado. Este mismo año ha habido otra oferta similar, que también remitió el Colegio a sus profesionales, en el Campeonato de España de Fútbol Femenino. Tres días de trabajo, sin contrato ni remuneración alguna. La Federación de Fútbol únicamente se hizo cargo de los gastos, como el vuelo o el hotel.
«Nuestro trabajo es igual de importante que el de un médico, un árbitro o un entrenador», protesta otro fisioterapeuta, que añade que es «lamentable» que el colegio mande la oferta «en lugar de responder a los organizadores que la fisioterapia no se regala». Según explican, los ‘fisios’ reciben «constantemente» ofertas similares. Y uno de ellos asegura que los organizadores de eventos, como el de ‘Lluc a Peu’, «se aprovechan de la situación de los recién graduados que necesitan experiencia, ven la precariedad y la falta de plazas públicas y por eso están dispuestos a trabajar gratis».
«No es admisible», arguyen los trabajadores, porque la suya es una profesión sanitaria, y como tal, «conlleva una responsabilidad». El enfado ha caldeado el ambiente en grupos de numerosos de fisioterapeutas y las quejas han ido escalando hasta generar protestas por la situación general del sector. «Nuestra profesión requiere una formación continua, y tenemos que ver como en otros trabajos no cualificados se cobra mucho más», lamenta otra colegiada.
Preguntado por este diario, el decano del Colegio de Fisioterapeutas de Baleares, Tomás Alías, defiende la labor de la asociación y recuerda que, por ejemplo, la gran mayoría de maratones que se llevan a cabo en la isla no se remuneraban hasta que el colegio profesional logró revertirlo. «El ‘Lluc a Peu’ es un evento local y siempre ha sido voluntario, yo mismo he colaborado durante muchos años», indica.
Con todo, Alías asegura que tendrá en cuenta las quejas de los profesionales y que las trasladará a la junta de gobierno del Colegio para «valorarlo en un futuro»: «Es el primer año que colaboramos después de mucho tiempo, pero si seguimos participando en las próximas ediciones, valoraremos reivindicar las condiciones y el sueldo», afirma.
Por su parte, el presidente del Grup Güell, Francisco Bauzá, destaca que «todos los trabajadores en el evento son voluntarios, tanto los de seguridad como los que se encargan del avituallamiento». Y añade: «El único servicio remunerado son los sanitarios de ambulancias, porque nos obliga la ley».
