«Vienen tiempos movidos», destacó ayer Eduardo Soriano pocos minutos después de haber sido elegido presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca, y no ocultó sus dudas respecto a que las medidas que se están adoptando sean las adecuadas para frenar una inflación que calificó de atípica. Pero en este contexto, coincidió con la presidenta balear Francina Armengol, presente en el acto, en que el organismo cameral, por su composición empresarial, puede jugar un papel relevante a la hora de colaborar con la Administración para afrontar los problemas que se avecinan.
Para ello, Soriano anunció su intención de hacer que la Cámara de Comercio sea más operativa y de que sus opiniones surjan del consenso empresarial, con el fin de que sean el reflejo de las necesidades de este colectivo.
El nuevo presidente cameral insistió en que ahora toca afrontar una «inflación atípica», dado que no viene generada por una euforia en la demanda y en el consumo, sino por una escasez de oferta, como en el caso de las materias primas. De ahí sus dudas sobre la efectividad de las medidas que se están adoptando.
Respecto a los fondos europeos que van a llegar a las islas, Eduardo Soriano defendió que deben de emplearse para desarrollar proyectos que sean realmente necesarios, y no tomar iniciativas por el simple hecho de que se dispone de dinero para ellas, y en este sentido insistió en el papel de asesoramiento que puede jugar la Cámara. También subrayó el rol que este organismo quiere desempeñar para ayudar al crecimiento empresarial.
Un punto en el que no quiso entrar fue en los movimientos que se han registrado para encontrar a algún candidato alternativo a su persona y que finalmente no fructificaron. Sobre este tema, solo señaló el respaldo que obtuvo entre los componentes del pleno para alcanzar este cargo, lo que agradeció, y destacó la importancia de evitar protagonismos.
La decisión del plenario mantuvo el guión previsto en sus puntos más importantes. Así, junto a Soriano en la presidencia se eligió a la máxima responsable de la patronal CAEB, Carmen Planas, como vicepresidenta primera; a Josep Lluís Aguiló, de HiperManacor, como vicepresidente segundo; y al presidente saliente y representante de Baleària, Antoni Mercant, como tesorero. Las vocalías han quedado en manos de la presidenta de la federación hotelera de Mallorca, Maria Frontera; del presidente de la federación de transportes de las islas, Rafael Roig; de Joana Manresa, de Eroski; de Ramón Perpiñá, de la carpintería que lleva su apellido; y Joan Company por elección de CAEB. En este punto, hay que destacar que el presidente de PIMEM, Jordi Mora, que aspiraba a unos de estos cargos, no fue finalmente apoyado.
Al acto acudieron también las presidentas del Govern y del Consell de Mallorca, Francina Armengol y Catalina Cladera respectivamente, junto a los consellers de Turismo, Iago Negueruela, y de Hacienda, Rosario Sánchez.
Un aspecto sobre el que Armengol hizo hincapié es en la necesidad de mantener la colaboración entre Administración y empresarios para hacer frente a las dificultades que se avecinan, como ya se hizo para dejar atrás la pandemia con una fuerte reactivación económica en las islas. En relación a este punto, la presidenta balear insistió en que «juntos encontraremos soluciones, y juntos conseguiremos que la gente sufra menos».
También Catalina Cladera señaló la apuesta por mantener una colaboración entre su institución y la Cámara.
Un aspecto que se repitió por todos es la puesta en valor del trabajo realizado por el presidente saliente, Antoni Mercant, que ha pasado a ser tesorero.
Un ultimo dato: de los 42 componentes del pleno de la Cámara, solo cinco son mujeres, según los datos facilitados por este organismo.
