La UGT declara que en Baleares, ya se ha perdido un 25% de la plantilla de trabajadores de las residencias privadas para las personas mayores. De la plantilla de 2.000 empleados, alrededor de 500 personas han abandonado su puesto de trabajo. De esta cifra, 400 empleados se han ido este año, los 100 restantes el año pasado. Esto implicaría que una de cada cuatro personas deja su empleo en dichas residencias.

Según explicó ayer Marta Barcells, responsable de Dependencia del sindicato, en la rueda de prensa, los motivos por los cuáles se abandonan estos puestos es por una alta carga de trabajo y un salario mínimo. Las denuncias de los trabajadores, presentadas al sindicato, acusan una falta de descanso, ya que los días libres “no les bastan”.

Miguel Ángel Romero, secretario general de la UGT, aseguró que la mayoría de los trabajadores renuncian a sus puestos de trabajo para buscar un nuevo empleo en el sector de la hostelería, donde ganarían un 50% más que en sus puestos actuales. Romero indicó ayer que si las cifras siguen su curso actual, para finales de verano, el número de dimisiones podría aumentar hasta otras 100 personas. Esto provocaría que se pierda cerca de un 30% de la plantilla actual. 

Para evitar que se siga labrando “un problema social de primer nivel”, según lo describió el secretario, UGT exige que se aplique la subida salarial del 6,5% que estipula la demanda ganada por el sindicato a principio de año en la Audiencia Nacional. Lo que implicaría que, el sueldo actual de 997 euros, pasaría a ser de 1.061 euros, un total de 64 euros más.

Además, Romero aseguró que los trabajadores del sector “han quedado en el olvido por parte de las patronales” y que es necesario negociar un convenio autonómico en Baleares para arreglar esta situación “insostenible”

En la rueda de prensa también intervino Ángeles Gómez, trabajadora en residencias por más de 18 años, declaró que están igual, o peor, dos años después de la pandemia.