Estamos viviendo una preocupante situación de escasez de profesionales sanitarios, y más concretamente de enfermeros y enfermeras. La situación es caótica tanto en hospitales como en los centros de salud, llegando a amenazar la prestación de una óptima asistencia sanitaria, ha subrayado el sindicato de enfermería (SATSE) en un comunicado.

El desgaste del colectivo enfermero durante más de dos años de pandemia, ya hace mella y llega hasta niveles de extenuación inhumanos. Se lleva dando respuesta a las nuevas y urgentes necesidades a costa de miles de horas extraordinarias, de renuncias personales y en muchos casos de agotamiento físico y emocional.

Son varios los motivos que provocan ese déficit: la huida de más de 200 enfermeras hacia sus lugares de origen por la mala y deshumanizada gestión del personal en alguna gerencia, la escasa afluencia de profesionales a las islas debido al alto coste de vida y de la posibilidad de trabajar en su comunidad y la falta de previsión en planificación de recursos humanos, provocan que estemos ante esta situación.

Por un lado, valoramos positivamente la estabilización de las plantillas durante el ejercicio de 2021/2022, pero lamentamos profundamente que el Ib-Salut no haya previsto que existiría una mayor demanda de sustitución de vacaciones y que la bolsa de trabajo estaría prácticamente agotada. La consecuencia ha sido que más de un centenar de contratos quedasen pendientes de cubrir y que se tengan que sustituir entre ellos. A todo ello, se le ha sumado la séptima ola de covid, con muchos profesionales afectados y una mayor afluencia de pacientes a los servicios de urgencias de hospitales y a los centros de Atención Primaria, haciendo esta situación totalmente insostenible.

Los enfermeros y enfermeras están asumiendo muchos más pacientes de lo establecido, en turnos que se hacen eternos y agotadores, instándoles, incluso, a que hagan turnos extras en sus días de descanso o doblando la jornada, un día tras otro, sin parar.

Esta situación tan caótica también se vive en otras comunidades autónomas, pero sus servicios de salud ante el déficit de enfermeras han decidido poner en marcha actuaciones que permiten la cobertura de las necesidades asistenciales de forma voluntaria, incentivando económicamente y motivando a sus enfermeras para que realicen un sobreesfuerzo y se pueda parchear esta situación tan insostenible.

SATSE insta, entre otras medidas, a IB-Salut a tomar ejemplo de las otras comunidades autónomas, las cuales han priorizado y han apostado por una correcta asistencia sanitaria, consiguiendo unas ratios enfermera/paciente adecuadas, en definitiva: una sanidad de calidad. El servicio de salud debe abandonar este trato abusivo y militarizado, incentivando y motivando a sus profesionales como les corresponde, poniendo en valor el gran esfuerzo que están realizando.