Los pocos trabajadores de CaixaBank que quedan en la sede de Son Fusteret están siendo trasladados a otras oficinas de la entidad financiera sin que todavía se conozca el uso que tendrá el inmueble. Tampoco se descarta que el histórico edificio que abrió en los años noventa para acoger a la desaparecida sa Nostra salga a la venta.

Una de las dos torres del inmueble está ocupada por los funcionarios y trabajadores de la conselleria de Educación, que se trasladaron allí en 2017 después de estar repartidos por diferentes sedes en Palma. En su momento este departamento del Govern firmó con CaixaBank un arrendamiento para los próximos veinte años, por lo que en teoría su estancia allí se plantea a largo plazo.

Desde la entidad financiera aseguran que, a día de hoy, el edificio de Son Fusteret no está en venta. Pero no descartan que a corto o medio plazo pueda salir al mercado inmobiliario al haber perdido buena parte de la actividad que llegó a tener cuando fue la sede empresarial de sa Nostra, BMN, Bankia y, tras la fusión, CaixaBank.

Cuando se haya completado el traslado de los últimos trabajadores de la entidad financiera, el emblemático inmueble solo estará ocupado por los trabajadores de la conselleria de Educación. Hace unos meses el departamento de Patrimonio del Govern trató con CaixaBank una posible compra del edificio con la idea de acoger allí a más trabajadores y funcionarios de otras consellerias.

Oportunidades de mercado

Sin embargo, no se concretó nada y desde el Govern explican aquellas conversaciones como un hecho normal dentro de la búsqueda del Ejecutivo de oportunidades que pueda ofrecer el mercado inmobiliario para adquirir nuevas sedes.

En caso de que finalmente se concrete una operación de venta, la nueva propiedad tendrá que asumir el contrato de alquiler que vincula a la conselleria de Educació para los próximos años, o bien abonar a esta administración una indemnización por la cancelación del arrendamiento.