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SANIDAD

El complejo del Psiquiátrico se integra en Ciutat para acabar con su estigma social

Las autoridades demolieron ayer parte del muro del hospital en una acción simbólica que da inicio a las obras del parque sanitario de Bons Aires que estará conectado con el Parc de sa Riera y todas las barriadas cercanas

La expaciente Antònia Ferrer inició el derribo del muro ante la mirada de las autoridades B.RAMON

«De pequeña oía que aquí había personas peligrosas que debían estar encerradas toda su vida. Por eso hoy es un día histórico para dignificar a las personas que padecen trastornos mentales. Y este derribo es un paso necesario para la lucha contra la estigmatización de estas enfermedades».

Este mensaje, lanzado con una voz balbuciente e insegura pero llena de sinceridad ante un auditorio plagado de autoridades, procedía de Antònia Ferrer, una antigua enferma mental que ha experimentado en sus propias carnes lo que significaba estar encerrada en el hospital Psiquiátrico en tiempos pretéritos no tan lejanos y que abrió el turno de los discursos durante el acto del derribo de parte del muro de este complejo sanitario para integrarlo dentro de Ciutat y acabar de una vez por todas con la estigmatización social que aún acompaña a las enfermedades mentales, como destacaron todos los presentes. 

Un derribo que además dio inicio a la reforma del complejo hospitalario que pasará a denominarse Parque Sanitario Bons Aires y que consistirá básicamente en abrir el recinto, eliminar los muros que dan a la calle y conectar el barrio de Bons Aires con el Parc de sa Riera. 

Este proyecto supone una inversión de seis millones de euros que, sumados a los cuatro invertidos en la rehabilitación y la reforma de los edificios del hospital Psiquiátrico, asciende a un total de 10 millones de euros, recordó el Govern en un comunicado.

«Presenciamos un acto de justicia y de reivindicación. Sale el sol en un noche muy oscura», apuntó Oriol Lafau, coordinador de la estrategia de salud mental de esta comunidad que tomó el micrófono tras Antònia Ferrer y que admitió sentir tristeza por todas las personas que habían sentido culpabilidad, vergüenza o miedo durante su estancia en el Psiquiátrico. 

«Seguiremos apostando por la salud mental», se comprometió la consellera de Salud, Patricia Gómez, matizando que será una «inversión económica, social y emocional» que además implicará dotar de 86.000 nuevos metros cuadrados de zona verde a Palma.

El alcalde de Palma, José Hila, se congratuló de que el derribo de parte del muro del Psiquiátrico que comenzó ayer sea un «símbolo de que la salud mental ya no se oculta» y que además permitirá conectar con pasarelas el futuro recinto sanitario con el Parc de sa Riera. «Es un proyecto que hace ciudad», afirmó para concluir subrayando que Palma gana un «gran parque que conecta a las personas y a los barrios».

Visiblemente emocionada y agradecida por el testimonio de la enferma de salud mental, la presidenta Armengol resaltó que para ella era «el momento más importante de la legislatura porque estoy en política para cambiar las cosas injustas de este mundo», señaló aludiendo a que se ha acabado de una vez por todas las políticas sanitarias que apostaban por encerrar a las personas con trastornos mentales. Tras ensalzar la persona y el trabajo desplegado por Oriol Lafau -«Ya vamos por la segunda estrategia de Salud Mental y desde luego que en este sentido somos pioneros entre todas las comunidades del país»-, la presidenta concluyó con un mensaje contundente: «No volveremos a encerrar a la gente detrás de un muro como si el problema no existiera. Y esto no tiene vuelta atrás». 

Las obras de transformación del Parque Sanitario Bons Aires tienen una ejecución prevista de dieciocho meses y comprenderán la mejora en instalaciones, saneamientos, el derribo del edificio de lavandería, la rehabilitación paisajística y la apertura del recinto a la ciudad de Palma para llegar al parque de sa Riera.

«¡Nos quitan el muro, empieza la unificación de las dos Palmas!»

«¡Nos quitan el muro, empieza la unificación de las dos Palmas!», proclamaba uno de los escasos pacientes que continúan ingresados en el Psiquiátrico antes del inicio del acto de ayer. Un acto que precisamente reivindicaba la apuesta firme de este Govern por acabar con la estigmatización de las enfermedades mentales abriendo el recinto hasta ahora circundado de muros al resto de la ciudad. De ahí la importancia del acto simbólico del derribo. Un derribo que comenzó la expaciente Antònia Ferrer antes de pasar el martillo a Guillem Pericàs, psicólogo clínico del Psiquiátrico. Tras ellos, llegó el turno de los políticos que comenzó Oriol Lafau, el coordinador de la estrategia de Salud Mental. La consellera de Salud le tomó el relevo como picapedrera y a ella le siguió el alcalde de Palma. Tras Hila fue la presidenta Armengol la que se encargó de desmenuzar parte del muro y le secundaron el director general del Servei de Salut, la concejala Angélica Pastor, el director del Psiquiátrico, Rainer Oberguggenberger, y el coordinador del distrito de Ponent, Manuel Fernández.

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