Este jueves los tripulantes de cabina de Ryanair en España están llamados a la que será su cuarta jornada de huelga de la protesta que iniciaron el pasado fin de semana para defender frente a la aerolínea irlandesa la negociación de su convenio colectivo. Así las cosas, USO denunció ayer que la compañía ha catalogado todos los vuelos de hoy como servicios mínimos, como ya hizo el 24 de junio, primer día de paro, critican. Además la empresa ha convocado a guardias en los aeropuertos a todas las tripulaciones de España, añaden y mientras tanto el Gobierno «no hace nada», subrayan.

El sindicato asegura que la aerolínea está pidiendo a los pilotos que retengan a las tripulaciones

En una nota de prensa, el sindicato acusa al Gobierno de Pedro Sánchez de consentir que la aerolínea no permita a sus trabajadores hacer huelga y a pesar de las «amenazas» de la aerolínea se reafirman en mantener convocadas las jornadas de paro de tripulantes para este jueves, 30 de junio, y el 1 y 2 de julio, junto con Sitcpla.

Sin inspección de trabajo

«Ryanair vuelve a aplicar sus propios servicios mínimos del 100 %, su propia ley, y obliga a todos sus tripulantes a volar, pisoteando su derecho a huelga», dice la secretaria general de USO en Ryanair, Lidia Arasanz. La sindicalista añade que «el Gobierno no hace nada; la Inspección de Trabajo no acude a las bases los días de huelga para corroborar las irregularidades que comete la empresa, y tampoco la Audiencia Nacional —a quien dirigimos una petición de medidas cautelarísimas que no ha tenido respuesta— protege nuestro derecho constitucional a la huelga y a reivindicar nuestros derechos».

Desde el sindicato añaden que la aerolínea no deja ahí su «actitud rastrera» y está emitiendo comunicaciones a los pilotos asegurando que todas las tripulaciones tienen cartas de servicios mínimos, con el vuelo detallado que tienen que operar y una lista de otros posibles vuelos, algo «que es totalmente ilegal», se asegura

Además, según denuncia USO, se les pide a los pilotos que retengan a las tripulaciones en los aviones para seguir operando los siguientes vuelos.

El sindicato asegura que «las coacciones y amenazas siguen en esta empresa» sin que se respeten «ni lo más mínimo» los derechos de los trabajadores», dice Lidia Arasanz.