El Govern presentó ayer a varias entidades ecologistas y conservacionistas el borrador del Plan de Transición Energética y Cambio Climático, con el que se pretende dar forma a la hoja de ruta de Baleares en cuanto al desarrollo amplio de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático.

El vicepresidente y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, y el director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava, se reunieron con Amics de la Terra, GOB, Greenpeace, Joventut pel Clima, Fundación Marilles y Aliança Climàtica de Mallorca. Según explicó la Conselleria en una nota de prensa, el plan establecerá un marco transversal de orientación y planificación de los objetivos, las políticas y las acciones para cumplir la Ley de Transición Energética y Cambio Climático y acelerar hacia la reducción de un 40 por ciento de las emisiones contaminantes en Baleares hasta 2030.

Yllanes argumentó que es «imprescindible» que las entidades ecologistas aporten sus peticiones para poder establecer un marco estratégico de adaptación del territorio y las infraestructuras a los efectos del cambio climático. Yllanes aseguró que se tendrán en cuenta las aportaciones, porque «el cambio climático no espera» y requiere la implicación de toda la sociedad para mantener el bienestar de la ciudadanía.

La Conselleria recordó que el Plan de Transición Energética y Cambio Climático tiene como objetivo que para el 2023 Baleares adquiera las bases para un modelo económico sostenible, descarbonizado y resiliente al cambio climático, lo que permitirá «un crecimiento socialmente justo, inteligente y democrático».

Según este plan, el primer objetivo es reducir las emisiones un 40 por ciento en 2030 para llegar a la neutralidad climática en 2050. Asimismo, la reducción del consumo primario tiene que bajar un 26 por ciento en 2030 y hasta un 40 por ciento en 2050.

Por otro lado, el plan prevé cuotas quinquenales de penetración de energías renovables, por tecnologías, a fin de lograr progresivamente: el 35 por ciento para el año 2030 y el 100 por cien para el año 2050. Estos objetivos se ajustarán a las particularidades de cada isla, han explicado.