La mesa de Educación ha acordado los criterios para ser considerado centro de atención preferente (CAP) y recibir una dotación y apoyo adaptado a sus necesidades, de manera que alrededor de sesenta centros educativos públicos de Baleares serán identificados como CAP y contarán con dicho respaldo.

Beneficiará a centros que por su tipología de alumnado necesitan más recursos, tienen que recibir una dotación superior a la del resto y más apoyo de las administraciones.

Además la propuesta clasifica como «de especial dificultad» determinados puestos de trabajo docente, informó ayer la Conselleria de Educación en un comunicado.

Este curso se ha empezado a aplicar en los centros educativos el índice socioeconómico y cultural (ISEC), que se calcula a partir de información relativa al nivel de estudios, la situación laboral y la profesión de los padres o tutores legales, así como el número de libros y recursos para el estudio en el domicilio familiar.

El índice indica cuando el entorno socioeconómico y cultural de las familias del alumnado de un centro es más desfavorable que el valor medio del ISEC calculado con el conjunto de todos los centros, algo que permite contextualizar e interpretar de forma más adecuada los resultados académicos de los alumnos por el hecho de relacionarlos con diferentes variables que tienen que ver con el éxito escolar, la calidad y la equidad educativas.

Según la propuesta, serán CAP en el curso 2022/23 los centros docentes públicos que este curso hayan tenido un ISEC igual o inferior a -0,5 y se tendrán en cuenta condiciones como tener más del 27% de alumnado de necesidades específicas de apoyo educativo (NESE) o más del 10% de alumnado procedente de colectivos socialmente vulnerables o con expediente abierto a los servicios sociales.