Ya llueve sobre mojado. No es la primera temporada en la que los arrastreros baleares son víctimas colaterales de las malas prácticas de unas embarcaciones de cerco venidas de otros puntos de la península y del litoral mediterráneo para dedicarse a la temporada del codiciado atún rojo ya que, como subraya el secretario general de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores (FBCP), Antoni Garau, «todo el litoral del archipiélago es la mejor zona de cría de esta especie del Mediterráneo».

Para intentar poner fin a estas prácticas, han comunicado estos hechos al director general de Pesca del Govern, Joan Mercant, y a la directora general de Pesca Sostenible del ministerio de Agricultura y Pesca (MAPA), Isabel Artime. Y el jefe de recursos marinos de la dirección autonómica, Antoni Grau, confirma que han recibido la denuncia.

«Estamos ante hechos probados porque cada año se producen de forma recurrente», corrobora admitiendo que en ejercicios anteriores estas dañinas capturas accidentales de atunes podridos que permanecen en los fondos marinos se localizaron en aguas Pitiüses, en este ya se están notificando en aguas de Mallorca.

Grau, que no se explica cómo se pueden llegar a producir estos hechos ya que los inspectores que van a bordo de los barcos de cerco deberían controlar que no se produjesen, confirma además que los incidentes «se dan en las zonas donde han estado faenando estas embarcaciones. Estos hechos no se pueden justificar de ninguna manera y, desde luego, estos abandonos de atunes muertos deberían contabilizarse como parte de la cuota de sus autores».

Una cuarta parte para 113 

Su tocayo Antoni Garau explica que en Balears se dedican a esta especie un total de 113 embarcaciones artesanales de las que 69 tienen su base en Mallorca, 24 en Menorca, 14 en Eivissa y 6 en Formentera. Todas ellas tienen asignada una cuota de capturas de apenas 59,4 toneladas, apenas una cuarta parte de las más de 212 toneladas que corresponderían a uno solo de los seis cerqueros españoles que operan en estas aguas, se lamenta. 

«Hacemos una gestión conjunta de este recurso entre todas las embarcaciones autorizadas a pescar atún rojo. Cada sábado por la mañana nos reunimos y, en función de las capturas de la semana anterior, fijamos los máximos de la siguiente. Gestionamos nuestras capturas por piezas, embarcación y semana», concluye.