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El ascensor social funciona mejor en Baleares que en Andalucía, pero aún perjudica a las mujeres

La brecha de ingresos media es de 2.796 euros respecto a los hombres

Un gráfico incluido en el informe que refleja con claridad la diferencia entre el noreste y el suroeste del Estado. ESADECPOL

El ascensor social en España está averiado desde hace años, pero funciona mejor en algunas Comunidades Autónomas que en otras. Este es el caso de Baleares, donde la diferencia con Andalucía o Extremadura es contundente.

El extenso informe El ascensor social en España. Un análisis sobre la movilidad intergeneracional de la renta, elaborado por el investigador Javier Soria, apunta que un elemento fundamental es la renta de los padres. El estudioso puntualiza que no se trata de patrimonio, sino de ingresos.

Los resultados, según se puede leer en el informe, dejan claro que el ascensor social español está en una posición intermedia entre los países de alta movilidad intergeneracional como Australia o Suiza, y los de baja movilidad, como Estados Unidos o Italia: “En particular, el ingreso de los padres influye en gran medida en el ingreso que sus hijos tendrán en el futuro, especialmente entre los niveles más altos de la distribución de la renta: los hijos del 1% con mayor ingreso acaban con una renta media de más de 20.000 euros respecto a una familia en la mediana de la distribución. Además, 1 de cada 10 miembros del top 1% de ingresos viene de padres que ya estaban en el top 1%, pero menos de 4 de cada 100 viene de familias que empezaron en el 10% más pobre: es, por tanto, 24 veces más fácil acabar siendo rico viniendo del percentil más alto en comparación a proceder del decil más bajo”.

En este sentido, detalla que en España existe una “curva del Gran Gatsby” a nivel territorial porque la comunidad autónoma con el mayor nivel de movilidad absoluta y relativa es Cataluña, con tasas de movilidad al nivel de Escandinavia, mientras que las regiones con los niveles más bajos de movilidad absoluta y relativa son Andalucía y Canarias, con una movilidad absoluta similar a la del sur de Estados Unidos: “Lo que es más importante, a mayor nivel de desigualdad de renta de partida, menor movilidad intergeneracional absoluta, sugiriendo que las desigualdades estructurales son una barrera para un ascensor social funcional y confirmando la existencia de una curva del Gran Gatsby en España”.

El Gobierno central reconoce el problema del ascensor social en su guía España 2050, en la que se puede leer que “en el pasado, España logró poner en marcha un potente ascensor social que permitió que muchas personas progresasen y lograsen una posición social mejor que la que habían tenido sus padres. A partir de mediados de los 90, sin embargo, fue oxidándose”.

Las personas que provienen de familias con altos ingresos tienen una “enorme facilidad relativa” para llegar a la posición más alta de la escala social, y del total de los niños que crecen en las familias más ricas, el 33 por ciento continúan ahí cuando son adultos.

No obstante, sólo un 12% de los que nacen en las familias más pobres llegan a estar entre los más ricos cuando se hacen mayores. Por tanto, tal como establece el estudio, es mucho más probable nacer en una familia pobre y seguir siéndolo que acabar siendo pobre habiendo nacido en una familia rica.

Las regiones que tienen una mayor movilidad intergeneracional de ingresos están situadas en el noreste del país, mientras que las menos móviles están en el suroeste. Por ello, las provincias con menor movilidad son de Andalucía occidental: Huelva, Cádiz, Málaga y Sevilla, a las que hay que sumar Canarias.

La provincia donde es más fácil que los hijos de familias pobres acaben subiendo hasta lo más alto de la escala social es Barcelona, donde existe una diferencia de casi 6.000 euros con Cádiz.

En este sentido, las regiones que ofrecen más oportunidades a los niños que provienen de familias pobres suelen tener una menor diferencia de ingresos entre los niños nacidos en familias pobres y en familias ricas. Así, una persona desplazada a Barcelona o Lleida tiene unas oportunidades mayores de ascender.

Además, el estudio argumenta que los hijos que se mudan acaban por lo general en una posición más alta de la que tienen en su provincia de origen.

Funciona peor para las mujeres

El informe explicita que su movilidad es “sistemáticamente más baja” porque las niñas que crecen en hogares con ingresos estatales medios, acaban por debajo de esta media, pero los hijos de esas mismas familias acaban superando los ingresos medios. Por tanto, la brecha de ingresos media es de 2.796 euros. Asimismo, el porcentaje de hijos que nacen en las familias más ricas y que acaban siendo ricos es mayor para los hombres (36%) que para las mujeres (30%).

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