El Verdugo, la obra maestra que Luis García Berlanga rodó en parte en Mallorca en 1963, no tenía como objetivo promover una imagen turística de Mallorca, pero cuenta con varios elementos que reflejan el boom turístico que vivía la isla durante aquella década. «El protagonista no quiere venir a Mallorca y su mujer le convence. Al llegar en barco se ve una convención de Miss Europa que tenía lugar realmente en ese momento y Berlanga la aprovechó para incluirla en la película. Es la historia de un hombre que la sociedad le obliga a hacer algo que le repele, pero el trasfondo es esa Mallorca del desarrollismo turístico», explica Magdalena Brotons, profesora del departamento de Ciencias históricas y Teoría de las Artes de la UIB.
Esta experta abundó en el significado de la película en Viaje de ida y vuelta al mito. La contribución del cine a la formación de la iconografía turística de Mallorca, trabajo que firmó con los geógrafos Macià Blàzquez e Iván Murray. «La selección de Mallorca no es casual, sino que sirve para evidenciar las extremas contradicciones y paradojas del franquismo, y por tanto se puede sostener que la Mallorca turística es también una protagonista clave del filme», señala este documento.
Cuando el protagonista se encuentra navegando plácidamente por las Cuevas del Drach, una pareja de la Guardia Civil le comunica que tiene que ejecutar a un reo.
