La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, defiende la reforma y ampliación del centro de control aéreo de Palma en su ubicación actual y aseguró que habilitarlo en dependencias distintas tendría un coste de 73 millones de euros.

Según Sánchez, el proyecto aprobado para dejar el centro de control en Son Sant Joan tiene un coste de unos 10 millones de euros. La ministra explicó que Enaire barajó las diferentes posibilidades y optó por la ampliación de las dependencias que ya ocupa por su menor coste y porque coincide con la «tendencia» europea de centralización de estos servicios.

Todos los grupos del Parlament balear, incluido el del PSOE, se unieron esta semana para promover una proposición no de ley instando al Gobierno central a reconsiderar el proyecto de ampliación del centro de control. Se plantea que se analicen otras opciones, como el traslado de las instalaciones al aeródromo de Son Bonet, y se expresa el temor a que el proyecto de Enaire sea el primer paso para llevarse el servicio a Barcelona.

Por otra parte, la ministra también fue preguntada por las colas en los controles de seguridaded del aeropuerto. Al respecto, Raquel Sànchez indicó que han trasladado al ministerio del Interior la problemática y se ha comprometido a dotar con más efectivos policiales estos controles. La ministra de Transportes aseguró que, por las informaciones de que dispone, los retrasos son solo de 30 minutos.