El acusado de intentar asesinar a su mujer en un domicilio de Campos, golpeándola con dos martillos en la cabeza, ha reconocido esta mañana la agresión, pero ha alegado que no recuerda como se desarrollaron los hechos. Juan P.R., de 53 años de edad, lleva en prisión preventiva desde el mes de septiembre de 2019, fecha en la que ocurrieron los hechos. La mujer logró sobrevivir a la agresión, pero las lesiones cerebrales que sufrió eran tan graves, hasta el extremo de que perdió masa encefálica, de las que no podrá recuperarse y que le obliga a depender de otra persona.

Se da la circunstancia, poco común, que la agresión fue recogida en la grabación de las cámaras de seguridad que el acusado había instalado en su casa. Una grabación, que fue vista antes de que el acusado declarara, en la que se observa como el individuo golpea a la mujer en la cabeza, utilizando dos tipos distintos de martillo, uno de goma y otro de hierro.

La pareja estaba separada. Tenían dos hijos en común, pero ella decidió marcharse porque, a raíz de una denuncia del colegio, a su marido le habían acusado de agredir sexualmente de su hija menor. Esta denuncia fue archivada por falta de pruebas y el acusado le insistió a su pareja que regresara al domicilio familiar.

Esa mañana el acusado y su mujer coincidieron en la puerta del colegio donde acuden sus hijos. Después se dirigieron juntos hacia el domicilio. Allí se produjo la discusión, pero en el juicio no ha quedado claro el móvil de la disputa, ya que tanto el acusado como la víctima afirman que no lo recuerdan. Lo cierto es que los golpes fueron tan fuertes que la mujer quedó tendida en el suelo. El marido no avisó de inmediato a los servicios sanitarios, sino que tardó tres horas. En este tiempo llegó a su casa su hijo mayor, fruto de otra relación, al que no dejó que entrara en el comedor para que no viera a la víctima.

Juan P.R. ha explicado esta mañana que no recordaba el desarrollo de la disputa, pero que tiempo más tarde se dio cuenta de lo que había ocurrido y decidió acudir en busca de la Policía y de los servicios sanitarios. Salió a la calle y se encontró con una patrulla de la Policía Local. Los agentes encontraron a la mujer en el suelo. Ella seguía con los ojos abiertos, pero no hablaba.

La víctima ha tardado muchos meses para poder recuperarse de esta lesión. Si no hubiera recibido atención médica hubiera fallecido. El informe médico describe la gravedad de sus lesiones, que le impiden hacer una vida normal. Apenas puede moverse y si lo hace solo puede realizar un trayecto corto por su domicilio, ayudada de un andador o de una silla de ruedas. Para el resto de labores habituales necesita la ayuda de otra persona.

El hombre se enfrenta a tres acusaciones, que ejerce la fiscalía, el abogado de la víctima y la comunidad autónoma al tratarse de un caso grave de violencia contra la mujer. Las acusaciones reclaman una condena de quince años de prisión para el acusado, así como una indemnización económica.

La defensa intenta demostrar que el acusado sufrió una grave crisis psicológica anterior a la agresión, como consecuencia de la denuncia por agresión sexual a su hija, que fue archivada por el juzgado.