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El PSOE apoya ‘in extremis’ que se paren las obras del centro de control aéreo

Los socialistas, para no quedarse solos con Vox, apoyan una proposición no de ley en el Parlament para presionar a Madrid a construir uno nuevo en Son Bonet

Lluís Camps (PP), Pablo Jiménez (Podemos), Montse Palà, trabajadora, y Josep Ferrà (Més ). | M.B.M.

Crece el debate público en torno al futuro del Centro de Control Aéreo de Palma. Los grupos parlamentarios registraron ayer una proposición no de ley en el Parlament para exigir al ministerio de Transportes que paralice el actual proyecto de ampliación de las instalaciones dentro del recinto de Son Sant Joan y se construya uno nuevo en el aeródromo de Son Bonet. Los socialistas se vieron forzados a apoyar al resto de partidos para no quedarse al margen, y junto con Vox, de la iniciativa y, finalmente, no les quedó más remedio que unirse a la maniobra de presión contra Madrid. Incómodos y en el último momento, sin que pudieran hacer cambios, como pretendían. Unidas Podemos, formación impulsora de la propuesta, no lo permitió.

Además de reclamar que se paren las obras previstas para ampliar el actual edificio del centro de control, se insta a Transportes a que realice un estudio de costes, beneficios, riesgos, idoneidad de la ubicación y su viabilidad por parte de una empresa independiente.

Comparecieron en la sala de los Pasos Perdidos del Parlament el diputado podemita Pablo Jiménez, el portavoz adjunto de Més per Mallorca, Josep Ferrà, y el diputado del PP Lluís Camps. A ellos se unió Montse Palà, presidenta del comité de trabajadores del Centro de Control y la Torre de Control de Palma, que dependen de Enaire, el gestor de la navegación aérea. La empresa pública, parte del ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, es el centro de las críticas por no atender las demandas de la plantilla ni tampoco de la cámara balear, como se denunció. La ministra socialista Raquel Sánchez tampoco ha respondido a una carta que le remitieron los trabajadores el pasado 10 de mayo, en la que reclaman diálogo sobre la necesidad de trasladar el centro de control a Son Bonet, como estaba previsto hace más de veinte años.

Se insta a Transportes a que realice un estudio de costes y beneficios por parte de una empresa independiente

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«El ministerio de Transportes no escucha al Parlament», denunció Ferrà, mientras «prioriza ampliaciones para usos comerciales y masificación por encima de la seguridad de la ciudadanía».

Así las cosas, el arco parlamentario se ha puesto de acuerdo para rubricar una iniciativa parlamentaria que parte aludiendo a los planes de Aena en el aeropuerto considerados «una ampliación pura y dura, según la opinión de diferentes colectivos y partidos, o remodelación (...) según Aena» y sus consecuencias en el centro de control, que queda «encajonado» entre edificios que se han ido construyendo, además de que se verá afectado por las obras del gestor aeroportuario.

Los representantes de PSOE, PP, El Pi, Ciudadanos y el grupo mixto están de acuerdo en la necesidad de ampliar el centro de control y modernizar sus equipos, pero rechazan el plan de Enaire de mantenerlo dentro de Son Sant Joan, proyecto al que se van a dedicar 30 millones de euros. «Es un error», clamó Jiménez, que no se justifica por necesidades técnicas, por ello defiende su traslado a Son Bonet y critica que ya es «una tradición que Aena y Enaire no tengan en cuenta las opiniones de la población del territorio en el que operan».

"Es una tradición que Aena y Enaire no tengan en cuenta las opiniones" de Baleares critica Jiménez

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Entre las razones para instar al ministerio de Raquel Sánchez a parar el proyecto de ampliación del centro de control, obras que se extenderán al menos hasta 2026 —el de Palma es el único de los cinco existentes que sigue dentro de un aeropuerto— se esgrime que hay oscurantismo por parte de Enaire. Como expone Palà a los cerca de 400 trabajadores en la isla no se les han explicado los planes, temen que no hay «perspectiva de futuro» en la instalación actual de acuerdo a los criterios europeos de la gestión aérea.

Temores a accidentes

Faltará espacio, se pone en duda la seguridad laboral o la eficiencia energética. Y es más, el ecosoberanista Ferrà puso el acento en que tener «dos instalaciones críticas juntas (el aeropuerto y el centro y la torre de control) es un absurdo», sobre todo en caso de un accidente.

El diputado menorquín del PP Lluís Camps también defendió desplazar el centro de control a Son Bonet. Allí se abre la posibilidad de desarrollar un centro de «I+D+I» en Balears, subrayó Jiménez.

APROBADO POR ÁLVAREZ CASCOS Y DEROGADO POR JOSÉ BLANCO

La propuesta de los trabajadores de Enaire, acogida por los partidos políticos de Balears, excepto Vox, la aprobó el expopular Francisco Álvarez-Cascos durante su etapa al frente del ministerio de Fomento (actual Transportes): en 2001 en el Plan Director del aeropuerto de Son Bonet se incluía «el traslado del Centro de Control de Palma de Mallorca» a una de sus parcelas. Era una de las actuaciones previstas para «absorber el crecimiento previsible del tráfico». Una década después, en 2011, el socialista José Blanco, al frente del Ministerio, aprobó un nuevo plan director, que derogó el anterior.

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