Cristóbal Milan ya es oficialmente director de la Oficina de Lucha contra la Corrupción. Ayer por la mañana prometió el cargo ante el presidente del Parlament, Vicenç Thomàs, apostando por la continuidad en la línea de trabajo de su antecesor, Jaume Far, pero pidió «que nos dejen trabajar» con un perfil más bajo en cuento a exposición mediática. 

Milán, que hasta el momento era el responsable de Prevención y Ética pública de Anticorrupción, garantizó ayer su independencia al frente de la Oficina a raíz de su trayectoria con cargos políticos, especialmente con el PSOE: «No creo que ello suponga ningún inconveniente», afirmó tras su toma de posesión y respecto a algunas críticas de partidos por su pasado socialista. «La Oficina Anticorrupción se debe a la ley y su funcionamiento y sus investigaciones son independientes a la persona que esté al frente», añadió Cristóbal Milán.

Respecto a la anterior etapa de Anticorrupción con Jaume Far al frente, Milán aseguró que «la línea de trabajo ha sido correcta» y abogó por la continuidad. Eso sí, pidió en varias ocasiones que «nos dejen trabajar» en referencia a la exposición mediática. 

De hecho, apuntó que en la nueva etapa que comienza los objetivos son los mismos que los perseguidos hasta ahora por la Oficina: «La prevención y la lucha contra el fraude y la corrupción en su vertiente preventiva y formativa y, cuando esto no funciona, la denuncia y la investigación».

En este sentido, destacó las herramientas puestas a disposición para luchar contra el fraude en la gestión de los fondos europeos, así como la obligación a día de hoy que tienen las administraciones de contar con canales de denuncia internos y externos. En este sentido anunció una nueva herramienta para las denuncias anónimas de corrupción, que consiste en ponerse en contacto con el denunciante preservando su total anonimato.

Presiones del Govern

Sobre las posibles presiones del Govern a la Oficina Anticorrupción apuntadas por su antecesor, Milán aseguró que «nunca he visto ningún tipo de presión» respecto a las investigaciones iniciadas por Anticorrupción, especialmente en lo que se refiere al caso de la presunta vacunación irregular de cargos del Consell y del IB-Salut ya archivados. 

El nuevo responsable de Anticorrupción indicó también que, pese a que trabaja desde 2019 en la Oficina, «no tengo conocimiento de los expedientes abiertos y, por ello, tendré que informarme de su estado». 

Milán, asimismo, fue preguntado por los informes de la Sindicatura de Comptes, que apuntaban a irregularidades en la contratación de la Oficina Anticorrupción. Al respecto aseveró que cree que «la gestión fue correcta y se pueden dar diferentes puntos de vista de como hacer las cosas». De todas formas, añadió que las consideraciones de la Sindicatura se han tenido en cuenta y defendió el trabajo de la Oficina. Al hilo de la Sindicatura, manifestó su deseo de «colaboración entre las dos instituciones que realizamos trabajos diferentes».

Trayectoria

El nuevo director de Anticorrupción es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona y funcionario de carrera en el ayuntamiento de Calvià. Ha sido director general de Presupuestos e interventor de la Comunidad Autónoma en Governs socialistas. En concreto en el Ejecutivo de Francesc Antich entre 2007 y 2011. De igual modo, fue asesor de Presupuestos e Infraestructuras en la Dirección general de la Guardia Civil con el desaparecido Joan Mesquida de director general en los tiempos del Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero. 

No obstante, también quiso aclarar que en el ayuntamiento de Calvià, gobernado por el PP-UM y Carlos Delgado de alcalde, fue jefe del área económica municipal. También ostentó el puesto de gerente del ayuntamiento calvianer.

En 2019 Jaume Far, que había trabajado con Milán en Calvià, lo reclutó para su equipo en la Oficina de Lucha contra la Corrupción, un organismo que se nutrió de altos funcionarios de otras administraciones. Asumió el puesto de jefe de área de Ética Pública, Prevención e Integridad.