«Ahora mismo estamos viendo que la pornografía está teniendo un impacto negativo en los infantes y adolescentes, y necesitamos que la escuela lleva a cabo esta educación afectivo sexual». Estas fueron las palabras del conseller de Educación, Martí March, antes de anunciar que su conselleria y la conselleria de Salud y Consumo están trabajando en la elaboración de programas de educación afectivo sexual para los centros de Baleares, en los que se incluyen elementos de educación menstrual para evitar «el estigma» sobre este tema.

Por ello, March afirma que es «muy importante» que las escuelan tomen la palabra en este tema y contarán con una serie de documentos que se trasladarán posteriormente a los centros educativos: «En estos documentos hay toda una serie de elementos de educación menstrual, y ya se hacen cursos para alumnos y profesores».

La diputada de Més per Menorca Patrícia Font preguntó al político sobre los avances del Govern para acercar productos de higiene femenina y sostenible a las escuelas y para evitar la pobreza menstrual, por lo que March expresó que el Govern tiene «un planteamiento global de esta cuestión» y defiende que «hay una apuesta en este sentido y poco a poco se va dando respuesta».

Por su parte, Font recuerda que todos estos temas «están ligados» y que la pobreza menstrual «es un grave problema para muchas familias y mujeres». También remarca la importancia de que se fomenten productos que sean sostenibles.

«Hay que dar la máxima normalidad a esta cuestión para evitar la estigmatización. A veces las cosas van con lentitud porque dependen de la lentidud de los centros u otros factores, pero el trabajo que estamos haciendo es una garantía del trabajo que estamos en esa dirección», añade March.

Asimismo, reivindica que el posicionamiento de la conselleria es que los centros asuman la educación afectivo sexual y «empoderar» tanto a las chicas como a los chicos porque «es una cuestión global». Hace tan solo unos días una charla de Balearsdiversa para el fomento del respeto al colectivo LGTIBgeneró grandes críticas por parte de la familia de un alumno de cuarto de la ESO.