La Guardia Civil lleva semanas planificando el operativo de seguridad que se va a desplegar este verano en Baleares, sobre todo teniendo en cuenta que se espera una llegada masiva de turistas a las islas. La seguridad y la protección de estos visitantes es una prioridad para los responsables del Ministerio de Interior. La directora general de la Benemérita, María Gámez, visitó ayer por primera vez la Comandancia de Palma, donde se entrevistó con los responsables de la Guardia Civil de Baleares. Y aprovechó esta visita para anunciar el número de refuerzos policiales que se va a trasladar en las próximas semanas a las islas para reforzar este operativo de seguridad.

El plan previsto es que se trasladen unos 400 agentes. El objetivo principal que se marcan estos refuerzos es potenciar la seguridad ciudadana, es decir, su función será la de evitar que se cometan delitos, a la vez que proteger a los turistas. Una parte importante de estos refuerzos la componen agentes que se acaban de incorporar al servicio. También serán destinados a Palma 120 agentes que en estos momentos están en periodo de prácticas, mientras que otros 76 son funcionarios especialistas en distintas áreas de investigación delictiva.

La directora general de la Benemérita manifestó ayer su preocupación por el aumento de agresiones sexuales que se han denunciado en las últimas semanas. Agresiones que se han producido en determinadas zonas. Por ello, está previsto que se refuerce la seguridad de estas zonas y se va a desplegar una especial protección sobre las turistas femeninas, para que se puedan divertir sin el temor a ser agredidas sexualmente. 

Estos refuerzos policiales no serán los únicos agentes que se encargarán del servicio de protección ciudadana. También se encargarán de esta tarea los funcionarios que están destinados en los diferentes puestos de la Guardia Civil de Baleares. Como ha ocurrido en otros años, las zonas más protegidas son los núcleos turísticos, donde se concentra la mayor parte de los visitantes.

En este plan específico para conseguir reducir las agresiones sexuales en Baleares, los responsables de la Guardia Civil, según adelantó la directora general, han establecido una estrategia especial que van a poner en práctica en las próximas semanas. Se van a distribuir entre los agentes unos trípticos específicos, en los que aparecerán las indicaciones que deben cumplir ante un caso de agresión sexual. También se iniciará una campaña en la se va a advertir del peligro que representa la sumisión química, para que las turistas estén alertadas para evitar que un desconocido pueda introducir en sus bebidas algún tipo de sustancia estupefaciente.

También se dispondrá de un listado de perfiles de agresores sexuales que estén fichados y se intentará compartir información con otros cuerpos policiales, con el fin de estar atentos ante la presencia en las áreas turísticas de individuos sospechosos.

Otra de las prioridades de este operativo de protección es que el turista tenga la sensación de que se encuentra seguro durante su periodo de vacaciones en las islas. Para ello, se reforzarán los controles policiales en zonas de entrada, como son los aeropuertos y los puertos, así como en las localidades donde se concentra un mayor índice turístico.

También este año se contará con agentes de otros países, que se encargarán de ser el canal de comunicación con los turistas de otras nacionalidades. Al mismo tiempo se mantendrán abiertas las seis oficinas de atención al turista que hay en Baleares, que el año pasado atendieron a más de 2.700 personas.

La directora general de la Guardia Civil reconoció que es muy consciente del problema de la vivienda que sufre Baleares, lo que dificulta la llegada de muchos agentes. María Gámez explicó que no es un problema que tenga una solución a corto plazo, pero que se está trabajando desde la dirección general para que puedan pernoctar estos agentes que se desplazan estos meses para reforzar la seguridad de las islas. La solución inmediata pasa por lograr acuerdos con distintas administraciones, para que faciliten viviendas. El Consell de Ibiza ya se ha comprometido a facilitar un lugar donde puedan permanecer estos funcionarios.