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Director de la Región Balear de Enaire
Entrevista

Antoni Capó: «Saliendo de una crisis no podemos invertir en un centro de control nuevo en Palma»

El director de la Región Balear de Enaire explica que las obras del edificio del gestor del tráfico aéreo, que coincidirán con las de Son Sant Joan, se alargarán hasta 2026, con 30 millones de inversión

Antoni Capó, director de la Región Balear de Enaire. | ENAIRE

El ingeniero aeronáutico Antoni Capó (Manacor, 1980) acaba de cumplir tres años al frente de la Región Balear de Enaire, el gestor de la navegación aérea en España, empresa del ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Empezó su trayectoria en Airbus y se incorporó a Aena en 2005, antes de su privatización (luego se dividieron en dos compañías). Empezó como controlador aéreo y antes de asumir la Dirección de la Región Balear era el jefe de la torre de control del aeropuerto de Palma. Los trabajadores, a través del comité de empresa del Centro de Control y la Torre de Palma, se están movilizando ante los cambios que se avecinan por las reformas que emprenderán Aena en Son Sant Joan y la propia Enaire en sus instalaciones dentro del recinto aeroportuario. Reclaman que se construya una nueva sede en el aeródromo de Son Bonet y así se lo han trasladado a los partidos políticos y a la ministra Raquel Sánchez. Piden al Govern que se posicione. Capó responde por escrito esta entrevista.

El comité de empresa de los trabajadores del Centro de Control de Palma critica que por la remodelación de Son Sant Joan quedarán «aislados» dentro del recinto rodeados de zona aire (para aviones). ¿Conlleva, como denuncia la plantilla, una reducción de los terrenos actuales de Enaire? ¿Perjudicará a un sector estratégico como el de la navegación aérea, más si cabe en el archipiélago balear?

La parcela actual donde se ubica tanto el Centro de Control de Tránsito Aéreo de Enaire en Balears como la Torre de Control del aeropuerto de Palma no se modifica. Así como ya existen algunas pasarelas del edificio terminal que pasan por encima de la parcela, se quiere construir una nueva pasarela que una el centro de control con la terminal para facilitar el acceso tras la remodelación del aeropuerto.

En caso de emergencia o evacuación considera el comité que ese aislamiento podría provocar situaciones críticas, además de dificultarse el acceso a los trabajadores y proveedores de Enaire. ¿Se han evaluado estos efectos y se descarta que pueden darse esas situaciones en la ubicación actual durante las obras que ejecutará Aena y una vez se hayan terminado?

El hecho de que el centro de control pase a estar en lo que se conoce como “lado aire”, para lo cual hay que pasar los filtros y accesos pertinentes, es una situación nueva para nosotros y por ello estamos en contacto permanente con la Dirección del aeropuerto [Tomás Melgar] para conocer las opciones y procedimientos que deberemos seguir para que nuestro personal y todos los servicios que requerimos puedan seguir trabajando en nuestras instalaciones. Deberemos adoptar los protocolos pertinentes a los que ya están acostumbradas otras empresas y servicios que trabajan en lado aire. En cualquier caso, la Dirección del aeropuerto nos ofrece toda su ayuda y agilizará todo cuanto sea necesario para garantizar la continuidad del servicio esencial tan importante para nuestras islas que es el servicio de control aéreo.

Vista del Centro de Control de Palma con el molino restaurado recientemente por Enaire. | ENAIRE

Los trabajadores también cuestionan la reforma que planea la propia Enaire en un edificio con más de treinta años de antigüedad. ¿A cuánto asciende la inversión prevista, cuándo se iniciarán las obras y en qué fecha se prevé su final?

El despliegue de nuevo equipamiento en la sala de control y en la sala de contingencias y simulación hace que sea conveniente hacer una inversión en reformar el edificio, para modernizarlo y adaptar las instalaciones. Por ello, a parte de la inversión en equipamiento que ya está prevista, se hará una inversión en la infraestructura ampliando y mejorando los espacios. El plan en el que estamos trabajando prevé que las obras empiecen en 2023 y se alarguen probablemente hasta 2026 con una inversión que estimamos cercana a los 11 millones de euros.

¿Es la mejor opción e inversión para el Centro de Control Balear? ¿No se quedará pequeño, como advierten los trabajadores, para albergar los nuevos equipos que reemplazarán a los actuales en los próximos años, o para cubrir las necesidades de formación, entre otras?

El proyecto que estamos planificando contempla el dimensionamiento adecuado para poder acometer las instalaciones principales previstas. Además, la parcela es lo suficientemente grande para seguir manteniendo zona de aparcamiento, zonas verdes e incluso un molino catalogado que tenemos en la parcela y que hemos restaurado recientemente.

¿Se descarta la construcción de una nueva sede en Mallorca fuera del recinto aeroportuario como proponen los trabajadores? En caso afirmativo, ¿por qué razones?

Los ingresos de los proveedores de servicios de navegación aérea provienen de las tasas que pagan las aerolíneas por recibir el servicio de control aéreo en ruta y aproximación. Estas tasas están sujetas a reglamentos europeos que validan las inversiones que hacemos. Las inversiones elevadas hacen que las tasas tengan que subir. Por ello, en el entorno actual, en el que estamos saliendo de una crisis, no podemos asumir la inversión que supondría un centro de control totalmente nuevo. Además, en la actualidad, compartimos espacios y recursos con la torre de control, y si sacáramos el centro de control quedarían cerca de 60 trabajadores en el aeropuerto y, además, perderíamos algunas eficiencias que nos genera tener las dos instalaciones juntas.

Sala del Centro de Control de Enaire de Palma. Enaire

¿Es cierto que el Centro de Control de Palma será el único de los cinco existentes que quedará dentro de un aeropuerto y que no está adecuado para cumplir con los criterios de eficiencia energética?

Se trajo a Son Sant Joan desde Son Bonet. El resto de centros de control [en Madrid, Barcelona, Sevilla y Gran Canaria] están fuera de terrenos aeroportuarios.

¿Aena ha ofrecido a Enaire terreno en el aeródromo de Son Bonet para construir un nuevo centro de control, lo que supondría retomar un proyecto que ya se incluyó en el Plan Director 2 de Son Bonet de 2001?

Formalmente no se ha tratado este asunto.

¿Se barajan otras ubicaciones para albergar una nueva sede en Mallorca o se apuesta a largo plazo por mantener el centro dentro de Son Sant Joan?

En el Plan Estratégico de Enaire, el Plan de Vuelo 2025, y en la planificación de inversiones actual lo que se pretende es remodelar y actualizar el centro de control en su ubicación actual.

Los trabajadores externaron su miedo a que se pudiera eliminar la Región Balear y trasladar a sus trabajadores fuera de la isla, cuestión negada categóricamente la semana pasada por Enaire en las redes sociales. ¿De dónde surge ese temor y por qué es «infundado»? ¿Se lo ha trasladado a los trabajadores?

Si bien tecnológicamente es factible llevar el control aéreo de una zona desde otro centro de control, Enaire no se plantea el traslado del Centro de Control. Debemos poner en valor que Balears mantenga un servicio que da trabajo a cerca de 400 trabajadores cualificados (200 controladores además de personal técnico, de ingeniería y administración) y que garantiza la provisión adecuada de la navegación aérea para el desarrollo económico y social de las islas. El hecho de que Enaire esté preparando una inversión cercana a los 30 millones de euros para modernizar equipamiento e infraestructuras es una prueba de su compromiso con la Dirección de la Región Balear.

¿Se proyecta el traslado de servicios a Barcelona u otros centros de control que supongan la pérdida de empleo o influencia del organismo que representa en Mallorca?

No se prevé cambio alguno; todo lo contrario, se prioriza el compromiso social de nuestros trabajadores en las islas y el valor añadido que suponemos para la Comunidad Autónoma de las Illes Balears.

Respecto a la evolución del tráfico aéreo, el centro de control de Palma supera los registros previos a la pandemia, en casi un 10 % según datos de abril, coincidiendo con Semana Santa; es el mayor incremento a escala nacional. Y en el acumulado del año también destaca Palma con un crecimiento del 0,5 %. ¿Por la evolución del tráfico en Balears se prevé un incremento de recursos humanos en el Plan Verano?

Tanto en el centro de control como en la torre de control dispondremos para el próximo verano de más controladores habilitados que los que teníamos en 2019; según los últimos cálculos 11 más. La dotación necesaria para cubrir el servicio ya es la misma que tuvimos en 2019.

La aviación ejecutiva se ha disparado en los aeropuertos baleares (sobre todo en Palma y Eivissa), superando los niveles de 2019 y multiplicándose por dos el año pasado respecto a 2020 en Son Sant Joan. ¿Qué supone para el centro de control de Palma ese crecimiento de los vuelos privados?

El aeropuerto de Palma tiene un límite de 33 arribadas por hora. La aviación ejecutiva está sujeta a estas limitaciones por lo que solo pueden operar cuando hay disponibilidad. Por ello, a efectos prácticos, no supone un cambio significativo para los controladores. Lo que sí es necesario, en lo relativo a la gestión, es aplicar un cierto margen a las previsiones de tráfico para poder dar servicio a estos vuelos.

Las aerolíneas han manifestado a través de su patronal, ALA, que esta temporada temen retrasos y cancelaciones de vuelos por el efecto de huelgas que afecten al espacio aéreo francés. ¿Se prevé ese escenario desde el centro de control de Palma? ¿Se puede mitigar de alguna forma?

Actualmente Francia está desplegando un sistema de control nuevo que conlleva algunas reducciones en su capacidad. Para mitigarlo se han tomado medidas en la red europea para minimizar las demoras. Nuestro centro de control recibe los flujos mayoritarios de Alemania e Inglaterra a través de Francia, por lo que nos afecta cualquier medida que adopte este país. Esperemos que Francia pueda asumir el tráfico y que las afecciones sean pocas, sabiendo que en verano es muy habitual que se saturen en ciertos momentos algunos sectores aéreos generando retrasos. No se puede predecir, pero el nuevo sistema del centro de Reims lleva probándose desde el 5 de abril y hemos tenido la experiencia de la Semana Santa, con incrementos de tráfico superiores al mismo periodo de 2019, y no ha habido problemas.

¿Cómo impactarán las directrices del Cielo Único Europeo en la navegación aérea española y en concreto en la balear? ¿Tendrá consecuencias en el sector turístico y en el liderazgo del archipiélago?

Estamos en un entorno de constantes cambios tecnológicos y normativos que nos hacen evolucionar constantemente. En lo relativo a los servicios de navegación aérea, y en concreto la Región Balear de Enaire, en cumplimiento de los reglamentos europeos de mejoras en el espacio aéreo, tenemos un fuerte compromiso en mejorar en eficiencia y sostenibilidad en el espacio aéreo de nuestra responsabilidad y cumplir con el nivel de servicio que nos piden los aeropuertos de Balears y la sociedad.

REDUCCIÓN "DRÁSTICA" DE LAS TASAS

Los trabajadores de Enaire del Centro de Control y Torre de Palma critican que las actuales inversiones para edificios del gestor de la navegación aérea en España están enfocadas en Madrid, después de que en 2019 se inaugurara un nuevo centro de control en Valencia. Antoni Capó justifica la negativa a la construcción de una nueva sede en Mallorca por la crisis sanitaria. Enaire redujo «drásticamente» sus tasas de navegación el año pasado. Es el país, sostiene la empresa pública, de los treinta y ocho de Eurocontrol que más las rebajó (un 8 % por debajo de la media) para apoyar al sector aéreo. Hasta 2024 se mantendrán por debajo de los niveles de 2019.


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